La herencia de Benedicto XVI contra los abusos de menores
La valentía de enfrentarse a la crisis
Incluso los detractores más severos de Benedicto XVI, aquellos que le echan en cara una debilidad en el gobierno de la Iglesia durante su pontificado, no pueden, sin embargo, obviar la determinación con la que se ha enfrentado a una de las peores crisis de los últimos años: el escándalo de los abusos sexuales a menores realizados por sacerdotes.
Las raíces de esta tragedia se remontan en el tiempo –como demuestran los datos publicados recientemente por el nuevo promotor de justicia en la Congregación de la Doctrina de la fe, el padre Robert Oliver, en ocasión del aniversario del simposio “Hacia la curación y la renovación” alentado por Benedicto XVI – pero su explosión sucedió durante el pontificado de Ratzinger. “Al principio del escándalo, en los años ’80 el instinto de la Iglesia era la de encubrir y acallar (…) Así las raíces del problema fueron ignoradas, dejando que el problema creciera año tras año, hasta que se destapó en los primeros años del 2000 (…) alcanzando su punto álgido durante el papado de Ratzinger, con el riesgo de marcarlo definitivamente. En realidad el Papa Ratzinger –aunque tuvo muchas responsabilidades durante largos años al lado del Papa Wojtyla- lo ha hecho mucho mejor que su predecesor comenzando a afrontar la gravedad de la crisis” (La Repubblica, 19 de febrero).
Monseñor Charles Scicluna ha sido mucho más enérgico al reconocer la voluntad indudable de Benedicto XVI al enfrentar el problema. Monseñor Scicluna ha hecho frente al escándalo de la pedofilia durante 20 años como promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y hace poco fue nombrado obispo y volvió a Malta en calidad de auxiliar. “En el campo de la lucha contra los abusos sexuales cometidos por sacerdotes, Benedicto XVI nos deja una heredad permanente que marca el futuro de la Iglesia”, comentó Scicluna.
“No podemos volver atrás en este compromiso, porque –según dice Scicluna- la herencia que nos deja el Papa es, gracias a él, no solo una ley universal de la Iglesia sino una práctica que se convierte en Evangelio, legado de una Buena Noticia de una Iglesia que, no solo quiere la purificación de su interior, que quiere ser, como hace siglos, un ambiente seguro para nuestros niños y nuestros jóvenes”. “Benedicto XVI – recuerda- se ha comprometido con mucha valentía, en especial al romper la cortina de silencio que cubría muchos casos, siguiendo el principio de que la verdad nos hará libres”. Benedicto XVI “nos ha empujado a purificar el corazón para hacer que en el rostro de la Iglesia resplandezca su verdadera Santidad”, concluye Scicluna, para el que “la dificultad más grande que ha tenido la Iglesia ha sido la de entender las causas de esta plaga” (Radio Vaticana, 18 de febrero).
La ruta marcada por Benedicto XVI para una eficaz renovación en la Iglesia está explicado por la Agencia Agi que recuerda como: “Unos ochenta obispos fueron retirados en estos años por su estatismo culpable ante el fenómeno, por un Papa que ha puesto la cara y el corazón, y ha desafiado la desaprobación de altas personalidades de la Jerarquía (el decano del Colegio Cardenalicio habló al respecto de "habladurías") reuniéndose con las víctimas de los sacerdotes pedófilos, en el Vaticano y en distintos países (Estados Unidos, Australia, Malta, Gran Bretaña y Alemania). Estos encuentros han supuesto un sufrimiento personal considerable, las etapas de un “Via Crucis”, recorrido con gran dignidad y conmoción por un hombre ya anciano, que en la Iglesia siempre se había batido contra estos crímenes” (Agencia Agi, 19 de febrero).
Un recorrido que muestra que la renuncia al pontificado de Benedicto XVI no es el gesto más “revolucionario” del Papa. “Hoy que Joseph Ratzinger ha decidido "ocultarse del mundo y retirarse en oración", la potencia de esas palabras suyas - "yo me avergüenzo" - pronunciadas en el vuelo a EEUU y que sacudieron a la Iglesia y dieron luz verde a la denodada lucha del Papa contra la pedofilia, son un llamamiento a la conciencia más poderoso que cualquier norma canónica (Ecco di Bergamo, 18 de febrero).
http://www.aleteia.org/es/arte-y-espectaculos/especial/la-herencia-de-benedicto-xvi-contra-los-abusos-de-menores-299001
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