martes, 29 de mayo de 2012

No Entiendo


En la ciudad de Chicago, una noche de invierno soplaba un fuerte viento. Un niñito, vendía periódicos en un rincón, tratando de guarecerse del frío inclemente.
De pronto vio a un policía y le preguntó: Señor, ¿conoce usted algún refugio donde un niño pueda dormir esta noche? Normalmente duermo en una caja de cartón que guardo en el callejón, pero es que esta noche hace demasiado frío y me gustaría estar en un lugar cálido.
El policía miró al chico y le dijo: "Baja por esta calle, hasta una casa blanca, toca la puerta y cuando te abran solo tienes que decir: Juan 3:16 y te dejaran pasar.
El niño obedeció, llegó a la casa y tocó a la puerta. Una gentil señora, abrió la puerta, el niño la miró y le dijo: Juan 3:16
Pasa hijo mío, dijo la señora. Lo tomó de la mano y lo sentó en una mecedora cerca de una vieja chimenea que estaba encendida. Cuando la señora salió de la habitación el chico no sabía que pensar: La verdad es que no entiendo eso de Juan 3:16, pero en verdad puede hacer que un chico se caliente en una noche fría.
Al rato, la señora regresó y le preguntó al chico si quería comer algo. Un pancito no me vendría mal, hace días que no como, respondió.
La señora tomó al niño de la mano, lo llevó a la cocina y lo sentó en una mesa llena de exquisitos manjares. El chico comió hasta saciarse y entonces pensó: La verdad es que no entiendo a Juan 3:16, pero lo que está claro es que llena un estómago hambriento.
Al terminar, la señora tomó al chico de la mano y lo llevó al baño, donde lo esperaba una tina llena de agua tibia y perfumadas burbujas. Mientras el chico se sumergía en la tina, pensaba: La verdad, es que cada vez entiendo menos a Juan 3:16, pero ya sé que este puede dejar bien limpio a un chico sucio. En realidad, yo nunca había tomado un baño en toda mi vida. El único baño que recuerdo, fue la vez que me metí debajo del hidrante de los bomberos, un día que estos lo abrieron y dejaron caer el agua por la calle.
La señora regresó por el chico, lo llevó a una habitación, lo vistió con un pijama y lo acostó en una inmensa cama con una almohada de plumas. Lo cubrió con una espesa colcha, lo besó y le deseó dulces sueños, apagó la luz y salió. El chico, bien abrigado en la cama, veía a través de la ventana como caía la nieve y pensó: La verdad es que Juan 3:16 puede hacer que un chico cansado pueda descansar.
En la mañana siguiente, la señora regresó con ropa limpia y lo llevó ante la misma mesa de la noche anterior, llena de ricos manjares para el desayuno. Después de comer, la señora lo sentó en la misma mecedora de la noche anterior y tomó en sus manos una vieja Biblia. Se sentó frente a él, le miró a los ojos y con una dulce voz le dijo: ¿Conoces Juan 3:16?
No señora, anoche fue la primera vez en mi vida que oí sobre él, cuando el policía me dijo que se lo dijera a usted. La señora abrió la Biblia, en Juan 3:16 y comenzó a explicarle acerca de Jesús. Ahí, frente a esa vieja chimenea, el chico entregó su corazón y su vida a Jesús, al tiempo que pensaba: Juan 3:16, quizá no lo entienda, pero hace que un chico perdido se sienta seguro, se sienta amado.
¿Saben? Yo tampoco lo entiendo: Cómo fue que Dios estuvo dispuesto a mandar a su único hijo a morir por mi, y como fue que Jesús estuvo dispuesto a ello. No comprendo la agonía del Padre y de toda la corte celestial al presenciar el sufrimiento de la pasión y muerte de Jesús. No entiendo la intensidad del Amor de Jesús por mí, que lo mantuvo en su camino hacia la cruz hasta el fin. Yo no lo entiendo, pero de lo que sí estoy seguro, es que hace que esta vida valga la pena vivirla y que nuestra misión debe ser cumplida.
“Porque así amo Dios al mundo: hasta dar a su hijo único, para que todo aquel que cree en El no se pierda, sino que tenga vida eterna”“Juan 3:16

lunes, 28 de mayo de 2012

Ayúdame Señor



Ayúdame Señor, a creer que detrás de las nubes está el Sol; que los desnudos árboles de otoño volverán a vestirse de hojas, si tengo la paciencia de esperar.

Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña hay que atravesar el largo valle. Que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco.

Ayúdame Amado Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades que no puedo tener y que me hacen tan inseguro; ayúdame a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia.

Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones. Confío en ti como un niño que se siente seguro en brazos de su madre. Ayúdame a caminar por donde no puedo ver sabiendo que tú estás ahí conmigo.

Padre Tomas Del Valle

Trabajar Para Lo Eterno.


“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” Eclesiastés 3:11

Dios es el creador de todo…y en medio de su creación cuando creo al hombre, Dios puso la eternidad en el corazón. El ser humano sabe en lo profundo de su ser que no puede vivir cerrando sus ojos a la eternidad.

A veces yo vivo centralizado en lo material, allá en lo recóndito de mi corazón esta establecida la eternidad. Mi vida física se va desgastando y me doy cuenta que la vitalidad de joven día a día se va escapando.

Cuando los años entran es difícil aceptar las limitaciones de nuestros cuerpos, pero esa realidad allí permanece y es entonces cuando me doy cuenta que dentro del corazón yace la eternidad prometiéndome una vida eterna con el creador de mis días.

El apóstol Pablo siempre nos habla de no perder el corazón. Si bien me desgasto físicamente y mi fortaleza y salud parece escaparse, la eternidad que yace en mi corazón entra en profunda renovación.

Hoy mire la gente que me rodea como se encuentra tan ocupadas tratando de demorar el proceso de desgaste del cuerpo o proceso de envejecimiento. Los veo consiguiendo transplantes de pelo, tinte para ocultar las canas, cremas antiarrugas, clubes de salud.

Si es cierto que debemos tener cuidado de nuestro cuerpo pero el hecho es inevitable, el cuerpo se seguirá desgastando. Sin embargo, así como empleamos tiempo, dedicación y dinero para hacer lento el proceso de envejecimiento, deberíamos hacer el mismo esfuerzo para prepararnos para la eternidad. Mi enfoque principal hoy deberá estar en la vida que espera en la eternidad. Nuestra existencia sobre la tierra aunque importante es menos que nuestra existencia en la eternidad.

Hay tanto para invertir en la eternidad que vale la pena gastar tiempo, esfuerzo, diligencia y aún dinero para que el hombre espiritual se acerque más a Dios. La eternidad ha sido puesta en mi corazón y hoy, quiero vivir para la eternidad y notaré que mientras más me invierto para eternidad mayor fruto veo en mi vida terrena.

La bendición del Señor se derrama sobre aquellos que saben poner sus prioridades en orden y la prioridad es la eternidad en mi corazón.

Señor. Gracias por darme la bendición de servirte y caminar con la eternidad en mi corazón. Gracias porque cuando me creaste pusiste eternidad en mi corazón y hoy quiero vivir invirtiéndome en esa eternidad.

No quiero vivir para lo que perece sino para lo que a vida eterna permanece. Quiero poner sus prioridades en orden de acuerdo a tus prioridades. Se que al invertir en mi vida espiritual eso redundará en la bendición tuya sobre lo que terreno. Lo externo se desgasta pero lo eterno que está en mi corazón cada día tiene una nueva cara- Amén.
Dr. Serafín Contreras Galeano.

www.serafincontreras.com

Quiero Entender a Dios


“Enséñame, Señor, tu camino, y caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre”. Salmo 86.11
Hay cosas que nunca está de más escucharmuchas veces. Por ejemplo, la empatía genuina en los días malos. Las afirmaciones de que algo no fue culpa nuestra y que cualquiera hubiera hecho lo que hicimos. Los cumplidos a nuestro favor, la motivación honesta respecto a nuestro futuro incierto.

Los simples recordatorios de que somos reconocidos y amados. Palabras como estas hacen que la vida sea más llevadera y que la disfrutemos más. Nos dan nuevos bríos y calman las aguas turbulentas que se levantan a nuestro alrededor.

De la misma manera, nunca sobra escuchar algunas verdades acerca de Dios. Son las primeras lecciones. Algunas personas se refieren a éstas como conocimientos básicos o como un plan de estudios para nuevos creyentes en Jesús. Es posible que sean razonamientos simples, pero tienen un modo de penetrar aun hasta en las situaciones más complicadas de la vida, a fin de que nuestra vida con el Señor sea más llevadera y mucho más agradable.

Dios es bueno. Su invitación está en pie para que saboreemos esa bondad, esa delicia y esa esencia profundamente satisfactoria.

La actividad más natural de nuestras vidas debería ser la de caminar con Dios y la de disfrutar Su cercanía. Sin embargo, se ha complicado por demasiadas cosas que nos han sido adversas tales como: nuestra incapacidad para creer que verdaderamente le agradamos, los requisitos distorsionados que equivocadamente imaginamos que Él pone sobre nosotros, nuestros celos bien intencionados pero fuera de lugar, la nube de culpa de la que parece que no podemos escapar y que acosa nuestros días, nuestra religiosa y casi supersticiosa tendencia a tratar de ganar cosas de Él o de probarle algo.

Seguimos entendiendo las cosas al revés y casi siempre terminamos malinterpretando Su lenguaje de afecto y deleite hacia nosotros, escuchando más bien las expectativas y las obligaciones gravosas.
Por esta razón me gusta decirles a las personas que no creo en el Dios contra el que luchan, en el que no creen. Mi Dios es completamente diferente a ése.

Hoy quiero aprender a caminar con Dios de una manera dinámica y viva.

Señor, ayúdame a entenderte y sobretodo conocerte y transitar por tus caminos. Amén.

Dr. Daniel A. Brown.
Diario caminar con Dios.
http://www.renuevodeplenitud.com/hoy-quiero-entender-a-dios.html

miércoles, 23 de mayo de 2012

Quiero Reconocer a los Demás


“Por lo cual animaos los unos a los otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. I Tes 5:1

Hoy, sé que no vivo solo, estoy rodeado de gente que me acompaña en casa, por la calle o en el trabajo.

Hay algo que necesito hacer por ellos y para ellos. Conocer a los demás es una virtud dada por Dios y que sale de su propio corazón.

Hoy necesito animar y edificar a alguien, para que mi vida no sea como lo que expresó el poeta cuando dijo:

Nunca estamos conformes del que hacer de los demás..Y vivimos a solas sin pensar en los demás. Como lobos hambrientos acechando a los demás..convencidos de que son nuestro alimento..los demás.

Los errores son tiestos que tirar a los demás..Los aciertos son nuestros y jamás de los demás. Cada paso es un intento de pisar a los demás…Cada vez más violento es el portazo de los demás- Las verdades ofenden si las dicen los demás..Las mentiras se venden cuando compran los demás..

Somos jueces mesquinos del valor de los demás..pero no permitimos que nos juzguen los demás.

Apagamos la luz que por amor a los demás, encendió en una cruz el que murió por los demás, porque son ataduras comprender a los demás.

Caminamos siempre a oscuras sin pensar en los demás…

Nuestro tiempo es valioso pero no el de los demás..nuestro espacio precioso pero no el de los demás. Nos pensamos pilotos del andar de los demás.

Donde estemos nosotros que se aguanten los demás.

Condenamos la envidia cuando envidian los demás, cuando lo nuestro es desidia que no entienden los demás.

Nos creemos electos entre todos los demás, seres pluscuanperfectos con respecto a los demás, olvidando que somos los demás de los demás.

Que tenemos el lomo como todos los demás..que llevamos a cuestas unos menos y otros más..Vanidad y modestia como todos los demás y olvidando que somos los demás de los demás.

Nos hacemos los sordos cuando llaman los demás, porque son tonterías escuchar a los demás. Tildamos de manía al amor por los demás.Y se nos olvida que él murió por los demás.

Que puedo yo hacer por los demás…Animarlos, sostenerlos, apoyarnos y edificarlos como el Señor lo demostró…..Porque él si penso en los demás,.

Señor, Gracias por darme hoy la oportunidad de pensar en los demás- Ya no quiero hundirme más en el pozo del egoísmo y la vanidad. Bastante egoísmo hay en el mundo…bastante vanidad a nuestro alrededor. Creo que este día una gran oportunidad para pensar en los demás. Animarlos, sostenerlos, fortalecerlos y sobre todo amarlos…como tú me haz amado.

En tu nombre lo haré. Amén.

Serafín Contreras Galeano

El Señor Me Muestra Lo Oculto


En aquella misma hora Él se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de Tu agrado. — Lucas 10:21

¿Recuerdas el concepto de la gracia? Si pudiéramos captar las verdades espirituales por medio de nuestra inteligencia natural, no necesitaríamos la gracia. El Señor esconde Su sabiduría y Sus caminos dentro de verdades simples que el mundo desdeña como algo tonto y sin sentido. Porque Sus caminos son mucho más altos que los nuestros, y Sus pensamientos trascienden nuestra limitada habilidad mental, Él intencionalmente ha hecho las verdades de Su reino en la tierra muy, muy sencillas.

En un sentido, las ha escondido debajo del lugar donde las personas inteligentes de mucho mundo pensarían en buscar.

Aparte del hecho de que Él es Dios, de modo que cualquier cosa que elija hacer es la forma en que va a ser, Dios ha elegido usar cosas aparentemente simples para cumplir Sus propósitos por dos razones básicas: Primero, Él quiere que nosotros le creamos a Él y a Sus palabras, en lugar de que pensemos que podemos descifrar todo por nosotros mismos.

Segundo, Él quiere que podamos gloriarnos en Él, no en nosotros mismos. La tentación de apoyarnos en nuestros logros y gloriarnos en ellos es bastante tonta en Su reino. Pero “gloriarnos en el Señor” (o sea, adorar) es increíblemente sabio, y pone en movimiento a muchas fuerzas poderosas. De algún modo, la adoración es la forma más elevada de impresionar a otros al mencionar a la persona más importante y famosa del universo.

En medio de circunstancias complicadas y difíciles, siempre progresaremos más al “mencionar Su nombre” que si tratamos de convencer a todo el mundo de cuán grandes somos nosotros.

¿Qué piensa el mundo acerca de la sabiduría de Dios?
¿Qué piensa Dios acerca de la sabiduría del mundo?
¿Por qué el Señor elegiría usar una forma “simple” para salvar al mundo cuando podría haber hecho algo mucho más impresionante a los ojos del mundo?

Esto es lo que dice la Palabra de Dios sobre esto.
Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios, mediante la necedad de la predicación, salvar a los que creen. — 1 Corintios 1:21

Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos. — Mateo 16:17

Por tanto, os hago saber que nadie hablando por el Espíritu de Dios, dice: Jesús es anatema; y nadie puede decir: Jesús es el Señor, excepto por el Espíritu Santo. — 1 Corintios 12:3

Hoy, se que el Señor me mostrará las cosas ocultas y secretas por su pura gracia.

Señor, Gracias por tu bondad y por mostrarme aún lo que mi mente finita no puede entender, ayúdame hoy a oírte. Amén.

Dr. Daniel A. Brown.
http://www.renuevodeplenitud.com/hoy-el-senor-me-muestra-lo-oculto.html

Se te hace difícil decir la verdad?


¿Se te hace difícil decir la verdad en algunas circunstancias?

La verdad puede meterte en problemas, pero mentir te traerá aun más problemas. Puede ayudarte el orar cada mañana con sinceridad:

Señor, ayúdame hoy día a ser sincero únicamente la verdad.

Proverbios 12:22

Los labios mentirosos son abominación al SEÑOR, pero los que obran fielmente son su deleite.

Salmos 120:2
Libra mi alma, SEÑOR, de labios mentirosos, y de lengua engañosa.

Proverbios 17:7
No convienen al necio las palabras elocuentes; mucho menos al príncipe los labios mentirosos.

Sofonías 3:13
El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni se hallará en su boca lengua engañosa, porque ellos se alimentarán y reposarán sin que nadie los atemorice.
http://www.renuevodeplenitud.com/se-te-hace-dificil-decir-la-verdad.html

lunes, 21 de mayo de 2012

Comienza el día con la misma sonrisa que él…






Cody MacCasland no es un chico comun y corriente, cuando solo tenia 15 meses de edad , una rara enfermedad llamada Agenosis Sacral, invadió sus piernas. Pero eso no paró a Cody.

Algunos meses despues obtuvo su primer par de prótesis y desde entonces el puede hacer todo lo que cualquier otro niño puede hacer.
El no solo puede caminar,tambien puede correr, nadar,jugar al fútbol, hacer karate, jugar al jockey sobre hielo , etc.
Realmente es una inspiración.

La entereza es virtud de valientes


La entereza es virtud de valientes.

Publio Arjona Díaz es prueba de ello. Este hombre, que ora a Dios al inicio y al final de cada día es ejemplo de voluntad y optimismo. Ha demostrado ser tan productivo como cualquiera. En Octubre 2005 fue a Viena a recibir una distinción por tener sueños y alcanzarlos.

Publio es cuadrapléjico desde agosto de 1986. Su mente está en perfecto estado, pero el resto del cuerpo no le responde, sin embargo este revés no lo detiene en lo absoluto. Él ha crecido por encima de este obstáculo y sigue mirando con fe y esperanza el mañana.

Publio dice: ” Yo era un tipo muy inquieto. Me gustaba mucho la velocidad. Tenía un Jeep, y en una curva de Vía Porras, Panamá perdí el control del vehículo, no llevaba puesto el cinturón de seguridad y salí disparado por el parabrisas. Me golpee el cráneo en la acera y tuve fracturas de varias vértebras cervicales y eso fue lo que causó mi cuadriplejia”.

Hoy, Publio no está llorando su incapacidad. Un día se acercó por curiosidad a una computadora y ahora es un experto . Publio es fundador, Director y Creativo de PI&J Designs.

Comenzó primero con su tío y hoy tiene una amplia cartera de clientes. Viajó a Viena el 24 de Octubre 2005 para recibir el Premio de Joven Sobresaliente en la categoría de logro y Superación Personal.

Publio dice: ” que todo en la vida debe realizarse desde la perseverancia, porque las cosas no ocurren como una varita mágica. Hay que ponerle dedicación. Uno tiene que tener metas claras, no hay que frustrase, todos servimos para algo, hay que localizarlo y explotarlo”.

Publio ora a Dios cada día y ayuda a la Fraternidad Cristiana de Personas Discapacitadas y es Vice Presidente de la Asociación de Discapacitados en Panamá.

Vía Renuevo de Plenitud

Publio Arjona Díaz en Wikipedia

Problemas


Érase una vez un sabio muy conocido que vivía en una montaña del Himalaya. Cansado de convivir con los hombres, había optado por una vida sencilla, y pasaba la mayor parte de su tiempo meditando.

Este sabio, como era un hombre muy compasivo, no dejaba de dar un consejo aquí y otro allá. A pesar de todo, éstos aparecían en grupos cada vez mayores y, en cierta ocasión, una multitud se agolpó a su puerta diciendo que en el periódico local se habían publicado que el sabía cómo superar las dificultades de la vida.

El sabio les pidió a todos que se sentasen y esperasen. Cuando ya no quedaba espacio para nadie más, él se dirigió a la muchedumbre que esperaba frente a su puerta:

-Os os voy a dar la respuesta que todos queréis. Pero debéis prometerme que, a medida que vuestros problemas se solucionen, les diréis a los nuevos peregrinos que me fui de aquí, de manera que yo pueda continuar viviendo en la soledad que tanto anhelo. Contadme vuestros problemas.

Alguien comenzó a hablar, pero fue inmediatamente interrumpido por otras personas, ya que sabían que aquélla era la última audiencia pública que el hombre santo daría, y temían que no tuviera tiempo de escucharlos a todos. El sabio dejó que la escena se prolongase un poco más, y por fin gritó:

-¡Silencio! Escribid vuestros problemas y dejad los papeles aquí, frente a mí.

Cuando todos terminaron, el sabio mezcló todos los papeles en una cesta, pidiendo a continuación:

-Id pasando esta cesta de mano en mano, y que cada uno saque un papel y lo lea. Entonces podréis cambiar vuestro problema por el que os ha tocado, o pedir que os devuelvan el papel con el problema que escribisteis originalmente.

Todos los presentes fueron tomando una de las hojas de papel, la leyeron, y quedaron horrorizados. Sacaron como conclusión que aquello que habían escrito, por muy malo que fuese, no era tan serio como lo que afligía a sus vecinos. Dos horas después, intercambiaron los papeles, y cada uno volvió a meter en su bolsillo su problema personal, aliviado al saber que su aflicción no era tan dura como se imaginaba.

Agradecieron la lección, bajaron la montaña con la seguridad de que eran más felices que los demás, y –cumpliendo el juramento realizado- nunca más permitieron que nadie perturbase la paz de aquel hombre santo.

Paolo Coelho
http://volandomariposas.blogspot.com/2012/03/problemas-paulo-coelho.html

viernes, 18 de mayo de 2012

¿Qué voz estoy escuchando?


Desde hace varias décadas, en África, se producen una serie de conflictos armados, que al igual que sus periódicas hambrunas parecen no merecer mayores comentarios en la opinión pública occidental. De ellas, el Genocidio de Ruanda y la Guerra del Congo que involucró a Angola, Zimbabwe, Uganda, Ruanda y Namibia, fueron las más terribles y devastadoras.
Más de tres millones de personas murieron entre 1998 y 2002 en la selva congoleña por actos violentos, hambre y enfermedades en el más mortífero conflicto surgido en el mundo tras la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, los gobiernos de esos países fueron un claro ejemplo de anarquía, abusos y dictaduras, como lo demuestra el hecho de que curiosamente en 1984 Mobutu declaró tener depositados en Suiza, unos 4.000 millones de dólares, una cantidad similar a la deuda nacional que tenía.
El odio entre diferentes etnias, hizo que hombres de todas edades se transformaran en verdugos, asesinando salvajemente a niños, mujeres y ancianos, sin mostrar la más mínima compasión.
Esta mezcla entre dictadores sanguinarios y crueles exterminadores, forman una combinación letal, donde el más perjudicado siempre es el pueblo, que nada tiene que ver con las aspiraciones y ambiciones de unos y de otros.
Pero no hace falta ir tan lejos, ni retroceder en el tiempo. Aunque no se manifieste esta extrema crueldad, hoy en día podemos ver a muchos gobernantes a los cuales no les importa el sufrimiento del pueblo, no piensan en los que no tienen nada y lo más indignante es que si quisieran podrían arreglar muchas cosas, pero por alguna razón que no consigo entender, no lo hacen. Y todas estas cosas son solo un ejemplo de las distintas atrocidades que el
ser humano es capaz de cometer.
Cada vez que escucho que una o más muertes se producen en nuestro mundo por el desinterés de quienes podrían evitarlas, o por los que matan sin escrúpulos por interés económico, o por la indecisión de unos pocos que dejan al azar el destino de los que más sufren, no consigo comprender cómo pueden vivir tranquilamente, cómo pueden dormir sin que su conciencia les moleste, porque la mayoría de nosotros sufrimos y nos sentimos mal cuando vemos por la televisión que un niño o un anciano están sufriendo penalidades, hambre o frío.
Comencé a investigar sobre el tema y entendí que es una «cuestión de conciencia». Ni más, ni menos.
En nuestra mente se libra permanentemente, una batalla entre el «bien» y el «mal». Los dos quieren tener el control; el «bien» quiere lograr que hagas las cosas de tal manera que llegues a ser una persona íntegra, respetable, con valores y moral; pero el «mal» quiere empujarte a lo peor. Su deseo es que llegues a ser un ladrón, asesino, drogadicto, alcohólico, estafador, mentiroso, maldiciente, calumniador. Que odies aún a tus seres queridos, que no tengas compasión, ni sentimientos por nada ni por nadie. En definitiva, quiere hacer de ti un ser destructivo y autodestructivo.
Aunque te parezca irreal, todo esto ocurre en nuestra mente. Luego depende absolutamente de nosotros tomar la decisión final, es decir, ejercitar la voluntad y determinar a quién obedecemos.
Si seguimos las instrucciones del «bien» viviremos de manera transparente, nos moveremos por amor y sentiremos paz en nuestro corazón. Pero tomar esta decisión no es tan fácil, porque tu propio entorno, tus amigos y compañeros, pondrán infinidad de razones para hacerte ver, que lo que estás haciendo son puras tonterías y te dirán que «tienes que disfrutar de la vida», «no hay nada malo en eso», «los demás lo hacen» cualquier cosa para que sigas los consejos del «mal». Incluso te dirán que es la única manera de evitar los sufrimientos innecesarios y ser feliz.
No creo que haga falta decirte de dónde vienen los pensamientos y razonamientos que nos impulsan al «mal». Pero lo que sí quiero decirte, es que nuestra conciencia debe ser permeable a todo lo que venga de parte de Dios. Es decir: vivir de acuerdo a esos buenos pensamientos y principios que aparecen en nuestra mente y que nos impulsan a todo lo bueno, porque además de ayudarnos a vivir de la mejor forma posible, nos ayudarán a ir desplazando esas tentaciones que tarde o temprano tienen graves consecuencias.
Es muy posible que de pronto empieces a pensar que actuar de esta forma es una tontería, o que el «bien» es cosa de religiosos y santurrones. Si eso ocurre, ten cuidado, porque no solo te estás metiendo en problemas, sino que además te estás inmunizando a la voz de Dios y no solamente aceptarás el «mal», sino que acabarás llamándole «bien»
Esto es lo que le sucedió a tantos y tantos personajes siniestros de la historia. Personas normales como tú y yo, que en un momento determinado dejaron de escuchar la voz de Dios que les aconsejaba como debían actuar y empezaron a «sintonizar» otra voz.
Esa es la razón por la que a pesar de las atrocidades que cometen, pueden descansar, porque han terminado por llamar bueno a lo malo y muchas veces también por llamar malo a lo que es bueno y porque su conciencia está totalmente sorda a la voz de Dios.
Tal vez te estés preguntando: ¿Qué tengo que ver yo con esos crueles asesinos y exterminadores de los que estamos hablando? Bueno, en realidad no estamos hablando de personas concretas, sino de lo que hacemos con nuestra conciencia, de lo que hacemos con el «bien» y el «mal» que pugnan en nuestra mente, emociones y voluntad, y eso tiene que ver con todos y cada uno de nosotros.
¿Qué voz escuchas, qué voz rechazas?
«Si te das cuenta de que has estado escuchando y siguiendo la voz equivocada, la que te impulsa hacia el «mal», no te preocupes; pídele a Dios que quite todo aquello que te impide oír claramente Su voz y que te ayude a obedecerle y empezarás a sentir Su presencia y una paz indescriptible»

Los verdaderos milagros


Tres personas iban caminando por el bosque. Uno era un sabio con fama de hacer milagros, otro un poderoso terrateniente del lugar y el tercero, que iba detrás de ellos escuchando la conversación, era un joven estudiante, alumno del sabio.
El terrateniente comentó:
-Me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa y que eres capaz de hacer milagros.
-Soy una persona vieja y cansada... ¿Cómo crees que yo podría hacer milagros?, respondió el sabio.
-Me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos. Esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso.
-¡Ah! ¿Te refieres a eso?, dijo el sabio.
-Tú mismo lo has dicho, esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso, no un viejo como yo. Esos milagros los hace Dios, yo sólo le pido a Él que le conceda un favor al enfermo, o al ciego; todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo.
-Yo quiero tener la misma fe que tú, para poder realizar los milagros que haces. Muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios.
-¿Volvió a salir el sol esta mañana? preguntó el sabio.
-¡Claro que sí!, exclamó el poderoso terrateniente.
-Pues ahí tienes el milagro de la luz.
-No, yo quiero ver un verdadero milagro, haz que se oculte el sol, saca agua de una piedra, sana a un animal herido tocándole con tu mano. Algo así quiero ver.
-¿Quieres un verdadero milagro? ¿No es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?".
-Sí, fue un varón y es mi primogénito, respondió el terrateniente.
-Ahí tienes el segundo milagro, el milagro de la vida.
-Sabio, tú no me entiendes, quiero ver un verdadero milagro.
-Fíjate bien, estamos en época de cosecha, ¿No hay trigo dónde hace unos meses sólo había tierra?
-Sí, igual que todos los años.
-Pues ahí tienes el tercer milagro.
-Creo que no me he explicado bien, lo que yo quiero... el sabio le interrumpió.
-Te has explicado bien, pero yo ya he hecho todo lo que podía hacer por ti. Si no encontraste lo que buscabas, lamento desilusionarte, pero no puedo hacer más.
El poderoso terrateniente se retiró muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba.
Cuando el poderoso terrateniente estaba lejos, el sabio se dirigió a la orilla del camino, tomó a un conejo enfermo y herido, sopló sobre él y sus heridas quedaron curadas; el joven estaba algo desconcertado.
El joven dijo: Maestro, te he visto hacer milagros como éste casi todos los días, ¿Por qué te negaste a mostrarle uno al caballero?, ¿Por qué lo haces ahora que no puede verlo?
-Lo que él buscaba no era un milagro, era un espectáculo. Le mostré tres milagros y no pudo apreciarlos. Para ser maestro, primero hay que ser alumno.
“No puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día. El día que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros que los que Dios te da todos los días sin que tú se los hayas pedido”

Soy yo!


Soy quien está a tu lado, soy aquél que siempre te acompaña, aún en tus sueños.

Soy quien, a veces, altera tu itinerario y atrasa tus horarios para evitar que tengas algún accidente o encuentro desagradable.
Soy quien susurra en tu oído aquellas "inspiraciones" que tú crees que fueron una gran idea tuya.
Soy quien hace que te arrepientas cuando te aproximas a lugares o situaciones que te van a colocar en peligro.
Soy quien llora por ti cuando tú con tu terquedad insistes en hacer todo al revés sólo para desafiar al mundo.
Soy quien pasa noches y noches en la cabecera de tu cama velando por tu salud, cuidando tu descanso y renovando tus energías.
¿Cuántas veces no te permití que tomaras aquel tren, taxi, o avión para guardar tu vida? ¿Por cuántas calles oscuras te guié con seguridad? La verdad es que ya perdí la cuenta y además, eso no importa.
Lo que realmente importa, y lo que me da tristeza, es cuando tú asumes la postura de víctima, y no crees en tu propia capacidad para resolver los problemas de tu vida. Cuando tú aceptas las situaciones como imposibles y dejas de luchar conformándote simplemente con reclamar de todo y lo de todos. Cuando tú desistes de ser feliz y culpas a otras personas que no tienen nada que ver. Cuando tú dejas de sonreír y dices total para qué, no vale la pena y, lo peor, cuando en tu orgullo, hasta te olvidas de mí.
Yo soy Jesús, aquél que tomó tu lugar en la Cruz del Calvario. En muchas ocasiones podrás sentirte solo, abandonado, despreciado, desanimado, sin fe, sin ganas de seguir adelante… Guarda en tu corazón, mis palabras y sentirás no sólo mi presencia, sino también mis fuerzas y mi ánimo.
Ahora mismo tienes la oportunidad de recibirme en tu corazón, no desperdicies las oportunidades que te doy día a día.
“Yo estoy a tu puerta, y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo” Revelación 3:20

jueves, 17 de mayo de 2012

El pecado que más se comete es el pecado de impureza


No hay camino más placentero para alcanzar la condenación eterna. __ El cine y la TV, sus grandes promotores.

La Virgen María se apareció por última vez a la beata Jacina Marto, la más pequeña de los tres videntes de las apariciones de Fátima, tres días antes de que ésta muriera. Después de ello, la niña dijo a su madrina, quien la acompañaba en el hospital, que la Virgen le había comunicado lo siguiente: «Los pecados que llevan más almas al Infierno son los de impureza».

Pero dos siglos antes san Alfonso María de Ligorio, ya fuera por revelación o por simple intuición, había afirmado lo mismo: «A este pecado [el de impureza] deben atribuir su condenación la mayor parte de los réprobos».

Los sueños de don Bosco

A san Juan Bosco se le concedieron sueños proféticos, es decir, de carácter sobrenatural. En 1860 uno de éstos estaba relacionado con el Infierno. Ahí vio a muchos alumnos suyos, envueltos en la condenación. Dice el santo: «Mientras lleno de horror contemplaba el estado de muchos de mis jóvenes, de pronto una idea floreció en mi mente. ‘¿Cómo es posible —dije— que los que se encuentran aquí estén todos condenados? Esos jóvenes, ayer por la noche estaban aún vivos en el Oratorio’. Y el guía me contestó: ‘Todos ésos que ves ahí son los que han muerto a la gracia de Dios y si les sorprendiera la muerte y si continuasen obrando como al presente, se condenarían’».

Don Bosco vio un velo en el cual se veía escrito: «Sexto Mandamiento». Y su guía le explicó lo que aquella visión significaba: «—La falta contra este Mandamiento: he aquí la causa de la ruina eterna de tantos jóvenes. —Pero, ¿no se han confesado?. —Se han confesado, pero las culpas contra la bella virtud las han confesado mal o las han callado de propósito. Por ejemplo: uno, que cometió cuatro o cinco pecados de esta clase, dijo que sólo había faltado dos o tres veces. Hay algunos que cometieron un pecado impuro en la niñez y sintieron siempre vergüenza de confesarlo, o lo confesaron mal o no lo dijeron todo. Otros no tuvieron el dolor o el propósito suficiente. Incluso algunos, en lugar de hacer el examen, estudiaron la manera de engañar al confesor. Y el que muere con tal resolución lo único que consigue es contarse en el número de los réprobos por toda la eternidad».

Antes no había televisión...

Sin embargo, las tres anotaciones anteriores fueron pronunciadas por primera vez cuando no había televisión. Y si bien el cine apareció a finales del siglo XIX, el cine sonoro fue creado en 1922, y sólo hasta 1928 se superó la mayoría de la fallas técnicas que dificultaban su utilización. Así las cosas, las malas publicaciones eran prácticamente el único mass media que fomentaba el pecado contra el sexto Mandamiento. Y hacían tan bien su papel que ya era el pecado más cometido.

No hace falta tener un canal de TV pornográfico

¿Qué habría de decirse entonces de la época contemporánea, con tantas películas y televisión lascivos? Porque hoy no hace falta entrar al cine a ver una película XXX o contratar el canal Playboy de televisión por cable para estar en contacto con toda una promoción del sexo desde la más tierna infancia. Basta ver los anuncios exhibidos durante el horario de la «barra infantil» para corroborarlo.

¿Qué tiene que ver el papel higiénico o la goma de mascar con el erotismo? Nada, ciertamente, pero los publicistas se encargan de hallarle relación. Instituciones como la estadounidense Stanford Graduate School of Business ofrecen consejos para emplear el sexo como arma mercantil, pues ciertos estudios asegurarían que someter a un grupo de varones a estímulos sexuales de carácter visual activaría las áreas del cerebro vinculadas con el sistema de recompensas; aunque a la vez reconoce la misma institución que las temáticas sexuales tienen una reducidísima efectividad en la venta de automóviles.

Estudios recientes han demostrado que, en realidad, el sexo es contraproducente en los anuncios, pues distrae de la marca que se pretende promocionar.

Algo similar viene ocurriendo en el mundo del cine. Hoy casi no hay película sin escenas de sexo o al menos alusiones sexuales. Si bien la trama de una cinta pudiera requerir tocar el tema de la sexualidad, en la inmensa mayoría de las cintas tales escenas son del todo innecesarias pues no tienen ninguna relevancia en la historia, sino que sólo satisfacen la morbosidad de los creadores de la cinta y, si la hubiera, de los espectadores.

Un estudio realizado en 2009 examinó 900 películas filmadas entre 2001 y 2005. Las conclusiones fueron claras: el sexo y la desnudez no influyen positivamente en la popularidad de la película, y tampoco garantizaron una gran recaudación.

La lección es clara: el sexo no vende. Entonces, ¿por qué los productores, directores y publicistas insisten en lo mismo? Es un misterio. Quizá en el fondo lo que más temen es pasar por «mochos», por eso no se atreven a contradecir al mundo.

Y a fin de cuentas esos anuncios, series de TV y películas sólo sirven para sugerir malos pensamientos. Y si bien los pensamientos que nos vienen a la mente contra la pureza, por sí mismos no son pecados, sino tentaciones e incentivos de pecado, se vuelven una real y grave falta cuando se les da consentimiento. Y una vez que se comienza a caer en la lujuria, es difícil escapar de ella.

«Desafortunadamente, muchos jóvenes pierden la fe porque no consiguen ser castos —decía el padre san Pío de Pietrelcina—. La lujuria es el camino más breve y más fácil para ir al infierno, porque quita el gusto de la oración, debilita la fe hasta extinguirla, predispone a todo tipo de pecado, endurece el corazón y, sin una gracia específica, lleva a la impenitencia final». Y advierte santa Faustina Kowalska: «Que sepa el pecador que será torturado por toda la eternidad en aquellos sentidos que utilizó para pecar».

El que tenga oídos, que oiga.

D. R. G. B.

Jurar es cosa seria


Por el p. Antonio Rivera, L.C.

El juramento es otra manera de honrar el nombre de Dios, ya que es poner a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o de la sinceridad de lo que se promete.

A veces es necesario que quien hace una declaración sobre lo que ha hecho, visto u oído, haya de reforzarla con un testimonio especial. En ocasiones muy importantes, sobre todo ante un tribunal, se puede invocar a Dios como testigo de la verdad de lo que se dice o promete: eso es hacer un juramento.

Fuera de estos casos no se debe jurar nunca, y hay que procurar que la convivencia humana se establezca con base en la veracidad y honradez. Cristo dijo: «Sea, pues, vuestro modo de hablar sí, sí, o no, no. Lo que exceda de esto, viene del Maligno» (Mateo 5, 37).

Modos de jurar

+ invocando a Dios expresamente, por ejemplo: «juro por Dios, por la Sangre de Cristo», etc.;

+ invocando el nombre de la Virgen o de algún santo;

+ nombrando alguna criatura en la que resplandezcan diversas perfecciones: por ejemplo, jurar por el Cielo, por la Iglesia, por la Cruz, etc.;

+ jurando sin hablar, poniendo la mano sobre los Evangelios, el Crucifijo, el altar, etc.

Condiciones para jurar

El juramento bien hecho es no sólo lícito, sino honroso a Dios, porque al hacerlo declaramos implícitamente que es infinitamente sabio, todopoderoso y justo. Para que esté bien hecho se requiere:

1) Jurar con verdad: afirmar sólo lo que es verdad y prometer sólo lo que se tiene intención de cumplir. Siempre hay grave irreverencia en poner a Dios como testigo de una mentira. En esto precisamente consiste el perjurio, que es pecado gravísimo que acarrea el castigo de Dios.

2) Jurar con justicia: afirmar o prometer sólo lo que está permitido y no es pecaminoso; es grave ofensa utilizar el nombre de Dios al jurar algo que no es lícito, por ejemplo, la venganza o el robo. Si el juramento tiene por objeto algo gravemente malo, el pecado es mortal.

3) Jurar con necesidad: sólo cuando es realmente importante que se nos crea, o cuando lo exige la autoridad eclesiástica o civil. No se puede jurar sin prudencia, sin moderación, o por cosas de poca importancia sin cometer un pecado venial que podría ser mortal, si hubiera escándalo o peligro de perjurio.

El juramento que hizo, por ejemplo, Herodes a Salomé fue vano o innecesario. Jurar por hábito ante cualquier tontería es un vicio que se ha de procurar desterrar, aunque de ordinario no pase de pecado venial.

DILEMAS ÉTICOS


Vano
Por Sergio Ibarra

Del latín vanus, significa sin efecto, sin resultados, sin fundamento, frívolo, fútil, tonto. En vano, inútilmente. Dice el segundo Mandamiento: No nombrarás el nombre de Dios en vano. ¿Por qué sería que Dios lo puso, y por qué en segundo lugar? Las primeras interpretaciones que uno hace desde la infancia es que no debe uno por ahí andar prometiendo cosas en el nombre de Dios: «te lo juro por ésta» o «por Diosito» o «no lo vuelvo a hacer, te lo prometo por Dios». Quedaba claro que utilizar el nombre de Dios podría servir para garantizar que uno estaba diciendo la verdad, lo cual hace sentido con el significado de vano, es decir que, en su caso, uno debía tener cuidado de no andar jurando cosas en el nombre de Dios que no tuviesen ningún efecto o bien que resultasen en una mentira. Para iniciarnos en esto de intentar entender lo que nos quiere decir el Mandamiento no estaba nada mal esto de no andar haciendo juramentos en el nombre de Dios.

La cosa es un poco más seria y más profunda. Si el ser humano hace de su vida una vanalidad, es decir, una vida hueca, estéril, material, egoísta, sin sentido o infructuosa, es cosa del ser y no de Dios, es cosa de uno, no de Dios. ¿Por qué le andamos endilgando a Dios cosas que no le pertenecen? El mensaje de este Mandamiento tiene que ver con uno de los más grandes dones que Dios nos da: la responsabilización de nuestros destinos y de nuestros actos. Tiene que ver con la conciencia que debiésemos desarrollar para distinguir lo que es de Dios, lo que hacemos en el nombre de Dios, como sus discípulos, y lo que hacemos por cuenta propia, y, conscientes, asumir las consecuencias de lo que hacemos. Es el ejercicio de la libertad lo que hace al hombre responsable de sus decisiones y sus manifestaciones. Es un Mandamiento que nos compromete mucho más allá del hacer juramentos. Dice: «no nombrarás». Si vas a invocar a Dios que sea para caerle bien con nuestros pensamientos, nuestras decisiones y nuestros actos. Y es aquí donde el asunto toma el sentido: si has de invocar a Dios es porque ya has hecho algo que vale, que tiene un fundamento, que es inteligente y que tiene alguna utilidad moral o física y que te acredita para ello, por una parte, y por la otra, esto de la conciencia te ayuda a tener una comprensión más amplia para saber cuándo sí y cuando no nombrarle. A quien actúa bien, le va bien; no necesita nombrar a Dios, lo trae consigo, es un discípulo. Y si lo nombra es para darle buenas noticias.

Blasfemar es atentar contra el nombre de Dios

Por Omar Árcega E.

Una forma de faltar a este mandamiento es decir cosas contra la Religión, y el blasfemar. Blasfemia es toda expresión insultante contra Dios, la Virgen, los santos o cosas sagradas: ya sea con palabras, gestos, signos, dibujos, etc. Es el absurdo deseo de injuriar o deshonrar el nombre de Dios.

Otros pecados pueden hacerse por debilidad o por sacar algún provecho; por ejemplo, robar. Pero el que dice blasfemias no saca nada. La blasfemia es un pecado que va directamente contra la majestad de Dios. Por eso a Dios le duele tanto y lo castiga con gran rigor. La blasfemia es un pecado diabólico. Si crees en Dios, comprenderás que es un disparate insultarle. Y si no crees, ¿a quién insultas?

Vencer la blasfemia

Lo que pasa es que a veces se dicen blasfemias sin darse cuenta del todo. Por mala costumbre. Entonces lo que hay que hacer es proponerse muy en serio quitarse la mala costumbre, pues aunque la blasfemia que se escapa sin querer no es pecado grave, puede serlo el no poner empeño en corregirse. Y estas faltas son de muy mal ejemplo. Oyéndote blasfemar, empiezan a hacerlo también los que antes no lo hacían: tus hijos, tus compañeros de trabajo, etc. Para corregirte puede ayudarte el ponerte un pequeño castigo. Por ejemplo, estar tantos días sin fumar cuantas blasfemias se te escapen. Si te gusta el tabaco verás qué pronto te corriges. Si no te atreves a tanto, prívate de algún cigarro, haz cualquier otro pequeño sacrificio; pero no dejes la falta sin castigo. Si no fumas, prívate de otra cosa que te guste mucho. Si no se te ocurre otra cosa, podrías dar unas monedas de limosna por cada falta. El ponerse castigos es el mejor medio para corregirse de un defecto. Si en alguna ocasión oyes alguna blasfemia y puedes corregirla, hazlo así. Y si no puedes, di: «Alabado sea Dios». Si lo dices en voz alta, mejor; y sino te atreves, al menos, dilo en voz baja.

Niveles de blasfemia

La blasfemia admite distintos grados. A veces es la reacción instantánea ante la contrariedad, el dolor o la impaciencia: «Si Dios me ama, ¿cómo permite que esto ocurra?», «Si Dios fuera bueno no me dejaría sufrir tanto». Otras veces se blasfema por insensatez: «Ése sabe más que Dios», «A fulano, ya ni Dios lo detiene». Pero también puede ser claramente antirreligiosa e, incluso, proceder del odio a Dios: «Los Evangelios son un mito oriental», «La Misa es un engaño», «Dios es un invento, una fábula». En este último tipo de blasfemia hay, además, un pecado de infidelidad. Cada vez que una expresión blasfema implica negación de una determinada verdad de fe como, por ejemplo, la virginidad de María o la existencia de los ángeles, además del pecado de blasfemia hay un pecado de herejía.

En sí misma, la blasfemia es siempre pecado mortal, porque siempre lleva implícita la intención de inferir a Dios una grave deshonra. Tan sólo cuando carece de suficiente premeditación o consentimiento es venial, como sería el caso de proferirla bajo una pena atroz.

No hay que confundir las blasfemias —palabras injuriosas con las que se insulta a Dios, a la Virgen, etc.— con las palabras feas, que solemos llamar malas palabras o maldiciones. Las palabras malsonantes y soeces son señal de poca educación y no deben decirse; pero no son blasfemias.

Con información de: catholic.net y encuentra.com

El nombre de Dios según santo Tomás de Aquino


Hablar de Dios siempre es tema complejo. Sin embargo, con nuestra inteligencia algo podemos inferir de las características del nombre de Dios. Santo Tomás de Aquino nos propone sus reflexiones:

El nombre de Dios es, en primer lugar, admirable porque obra maravillas en todas las criaturas. Por eso el Señor dice en el Evangelio: «En mi Nombre arrojarán los demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en sus manos, y si bebieren un veneno no les hará daño» (Marcos 16, 17).

El nombre de Dios es amable. «Bajo el cielo —dice san Pedro— no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos» (Hechos 4, 12). San Ignacio de Antioquia, que amó tanto el nombre de Cristo, nos ofrece un ejemplo de este amor. Cuando el emperador Trajano lo conminó a que negara el nombre de Cristo, respondió que le era imposible separarlo de sus labios. Y como el emperador lo amenazara con degollarlo, para arrancar así a Cristo de sus labios, Ignacio respondió: «Aunque me lo quitaras de mis labios, nunca podrás arrancarlo de mi corazón; pues llevo este nombre grabado en mi corazón, y es por eso que no puedo dejar de invocarlo». Oyendo esto Trajano, y queriendo ver si era cierto, luego de haberle hecho cortar la cabeza, mandó que le arrancaran el corazón. Y se halló que en él estaba grabado con letras de oro, el nombre de Cristo. Porque había puesto ese nombre en su corazón, como un sello.

El nombre de Dios es venerable. Afirma el apóstol que «al nombre de Jesús se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el infierno» (Filipenses 2, 10). En el cielo, por parte de los ángeles y los santos. En la tierra, por parte de los hombres que viven en el mundo; éstos lo hacen, o bien por amor a la gloria que desean alcanzar, o bien por temor a las penas del castigo. En el infierno, por parte de los condenados, que lo hacen por temor.

El nombre de Dios es inefable, porque ninguna lengua es capaz de expresar toda su riqueza. Por esta razón a veces se intenta una aproximación por medio de las creaturas. Y así se le da a Dios el nombre de fuego, en razón de su poder purificador. Porque así como el fuego purifica los metales, Dios purifica el corazón de los pecadores. Por esto se dice en la Escritura: «Vuestro Dios es un fuego que consume» (Deuteronomio 4, 24)».

Un ángel a tu lado


                                                        Ojalá tengas siempre un ángel a tu lado

Que te guarde en todo lo que haces

Que te dé confianza en el amanecer que viene

Que te guíe hacia los bellos parajes de tus sueños

Que te dé esperanza brillante como el sol

Y la fuerza del ánimo sereno

Ojalá amor, bienestar y valentía embellezcan tu vida

Y ojalá siempre tengas un ángel a tu lado...

Alguien que te levante si tropiezas

Que te dé la valentía de aferrarte a tus sueños

Y la sabiduría de gozar de todo

Guiándote con su mano segura en el camino.

Día tras día, la vida trae cambios

Lágrimas un momento, felicidad el otro

Ojalá tu camino sea alegre, sin sentir soledad

Ojalá recibas regalos que siempre te acompañen:

Alguien a quien amar, un amigo leal

Ojalá el arco iris te sonría después de la tormenta

Ojalá esperanzas te entusiasmen el alma

Ojalá siempre tengas un ángel a tu lado

Emilia Larson
http://www.leonismoargentino.com.ar/RefAngelatuLado.htm

Mecánico del alma


Una vez iba un hombre en su auto por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto su auto comenzó a detenerse hasta quedar estático. El hombre bajó, lo revisó, trató de averiguar qué era lo que tenía.
Pensaba que pronto podría encontrar el desperfecto que tenía su auto pues hacía muchos años que lo conducía; sin embargo, después de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba la falla del motor.

En ese momento apareció otro auto, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda. El dueño del primer auto dijo: Mira este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que tú sin ser el dueño puedas o sepas hacer algo.
El otro hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo:
Está bien, haz el intento, pero no creo que puedas, pues este es mi auto.
El segundo hombre echó manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño que tenía el auto y lo pudo arrancar.

El primer hombre quedó atónito y preguntó: ¿Cómo pudiste arreglar el fallo si es MI auto?
El segundo hombre contestó: Verás, mi nombre es Felix Wankel... Yo inventé el motor rotativo que usa tu auto.

Cuántas veces decimos: Esta es MI vida; Este es MI destino, esta es MI casa... Déjenme a mí, sólo yo puedo resolver el problema!. Al enfrentarnos a los problemas y a los días difíciles creemos que nadie nos podrá ayudar pues "esta es MI vida".
Pero... Te voy a hacer unas preguntas:
¿Quién hizo la vida?
¿Quién hizo el tiempo?
¿Quién creó la familia?

Sólo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida.
Te doy sus datos por si alguna vez necesitas un buen "mecánico":
Nombre del mecánico del alma: DIOS Dirección: El Cielo
Horario: 24 horas al día, 365 días al año por toda la eternidad
Garantía: Por todos los siglos
Respaldo: Eterno
Teléfono: No tiene. Pero basta con que pienses en Él con fe, además
de que esta línea no está nunca ocupada.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Fin a la Pelea


El titular del periódico decía: No Hay Fin al Ciclo de Venganza en el Medio Oriente. A raíz de bombardeos suicidas y represalias militares, el artículo hablaba de un hombre de 28 años consumido por la venganza de la muerte de su tío. «Cuando matan a alguien a quien tú quieres –dijo– no puedes dormir; tienes que hacer algo.» Pero incluso después de matar a dos hombres a quienes él consideraba enemigos, todavía no se sentía satisfecho. Nadie puede ganar tratando de empatar.

¿Hay en tu vida un ciclo de venganza hoy? Tal vez sea una batalla verbal constante con un compañero de trabajo, tu cónyuge o un hijo. Puede ser una lucha encarnizada con un vecino o con alguien de la iglesia. Sea lo que fuere, nuestro Señor quiere que termine.

La venganza es un arma de un poder tan devastador que sólo Dios puede manejarla. Él dijo: «Mía es la venganza, yo pagaré» (Romanos 12:19). El arma que Él nos ha confiado es la bondad: «Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber. . . . No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal» (vv.20-21).

Esto no significa que no debamos apelar a las cortes pidiendo justicia en algunos casos. Pero puesto que Dios es justo, no tenemos que pagar personalmente a los que nos hacen daño. Con bondad y amor, podemos poner fin a la venganza. –David McCasland

Obrando Bien


-Esperé y esperé, y Morgan nunca regresó.

Los ojos de Will se llenaron de lágrimas. Estas brotaron y rodaron por sus mejillas, mientras entre sollozos contaba la historia a su padre. Ya él se sentía como un “adulto” de cuatro años, no quería llorar, pero no pudo contenerse.

-Está bien que llores, Will -respondió su padre-. Cuéntame que ocurrió.

Con un gran supiro, Will continuó:

- Sé que no debo pasar al fondo del edificio. Morgan jugaba conmigo. Él dijo que quería ir a la piscina y que regresaría. Esperé y esperé, pero nunca regresó a jugar conmigo.

Con un latigazo en su pecho, el padre de Will se arrodilló y le tomó en sus brazos. Mientras Will se desahogaba contra su pecho, el llanto aminoraba y su padre dijo:

-Will, estoy orgulloso de ti. Cuando estamos juntos me obedeces, eso me hace feliz; pero nada se compara al bienestar que experimento si haces lo correcto incluso si estoy ausente. Gracias. Te amo mucho, mi pequeño hombrecito.

Las lágrimas pronto se enjugaron y Will continuó su juego. Su herido corazón percibió un bálsamo; las cosas estuvieron mejor por causa del amor y la seguridad que recibió de su padre. De hecho, él irradió felicidad cuando su progenitor se enorgulleció de él.

Dios el Padre es comparable a eso. Él se conmueve por el dolor que sus hijos se causan entre sí y su corazón rebosa de gozo cuando obedecemos simplemente porque es lo correcto.

Mateo 3:17
Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.

Abrazando las dificultades



En la vida podemos ser golpeados con piedras tan grandes que nos dejen magulladuras y cicatrices tan grandes que con dificultad nos podremos levantar. Con cada golpe uno se cae, pero Dios siempre nos recoge.

Él nos quita esas piedras de encima y nos ayuda caminando junto a nosotros tomándonos de la mano.

La vida estará llena de pruebas y dificultades. Las llamo tormentas –tormentas que pueden consumir tanto de nuestra vida, tormentas que nos dejan aferrándonos con toda nuestra fuerza, esforzándonos por no soltar, luchando por sobrevivir.

Algunos de nosotros somos probados más duramente que los demás pero los fuertes que sobreviven estas tormentas son los que resultan victoriosos. Hay un sentimiento maravilloso que viene con la victoria de la fortaleza, perseverancia, determinación y en especial de toda fidelidad a Dios.

Con cada caida… con cada golpe… se aprende una lección.

Con cada lección viene el crecimiento. Con el crecimiento viene la madurez. Aprendemos a no lamentar la dificultad, sino a estar agradecido por ella. Debido a ella nos volvemos mejores.
Necesitamos abrazar esas experiencias y permitirles moldearnos en lo mejor que podemos ser. Nadie sabe lo que la vida traerá.

Cada día vendrá con sus propios desafíos, pero necesitamos ser fuertes creyendo que Dios nos sacará adelante. Recordando su promesa de nuestra eternal paz y felicidad.

Yanira Crespo, copyright 2006
Los deportistas aman las dificultades porque ellas los hacen crecer. Los soldados saben sortear las hondonas. Los creyentes salimos en victoria de cada dificultad poque en él somos más que vencedores.

El Señor te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 1 Samuel 17:46.

Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice El Señor, para librarte. Jeremías 1:19.

Buscando Ayuda!


El Llanero Solitario no tenía nombre. Y no era tan solitario. No venció a los chicos malos o escapó del peligro solo. Tenía la ayuda de su leal amigo, Tonto, sin mencionar a su confiable caballo, Silver.

Los seres humanos no están hechos para conquistar la vida de forma individual. Así sea que esté descubriendo un nuevo programa de computadora, moviendo un pesado mueble de la oficina, o lidiando con un problema de trabajo, algunas situaciones requieren pedir ayuda.

Quizá sea una de esas personas que tienen problemas para pedir ayuda. Si es así, recuerde que su necesidad es normal, sea de origen físico, emocional, financiero o técnico. Puede tomarle tiempo encontrar al consejero correcto, al amigo, al compañero, o miembro de la familia, pero enviar un S.O.S. cuando lo necesita es signo de madurez, no de debilidad.

Encontrar un soporte o guía puede hacerle cambiar grandes cosas en su trabajo, la forma de pensar sobre su trabajo, y quizás lo más importante, la manera de vivir fuera del trabajo.

No tenga miedo de buscar ayuda cuando la necesite. Y recuerde que la persona en la que usted busca ayuda hoy, podría ser la que necesite su experiencia, guía, o soporte moral en algún momento de la vida.

Eclesiastés 4:9-10
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero;
pero ¡ay del solo! Que cuando cayere,
no habrá segundo que lo levante.

PAGAR BIEN POR MAL


Un soldado se quedó pasmado cuando escuchó al general Robert E. Lee hablar elogiosamente de otro oficial...
"General" -le dijo- "¿sabe usted que el hombre del cual habla tan bien es uno de sus peores enemigos, y que no pierde ninguna oportunidad de difamarlo?".

"Sí" -dijo el general-"pero a mí me pidieron mi opinión de él, no la que él tiene de mí".

Un hombre entró a robar a casa de su vecino, el cuál lo sorprendió en la acción. Al saberse descubierto, se llenó de temor, pero contrario a lo que esperaba, su vecino solo le dijo: "Amigo, no sabía que tuviera usted tanta necesidad como para llegar a esto. Yo no tengo mucho, pero por favor dígame si puedo hacer algo por usted, trataré de ayudarle lo más que pueda".


La amabilidad de Lee y de este anónimo, es una ilustración inspiradora de lo que es devolver bien por mal. Ahora bien, estoy seguro de que eso no es fácil de hacer. De hecho, a veces parece imposible.

Abraham Lincoln dijo una vez: "La mejor forma de derrotar al enemigo es hacerlo tu amigo." Por tanto, con ayuda de Dios, amemos a nuestros enemigos, bendigámoslos, hagámosles bien y oremos por ellos. Igual que nuestro Señor, estemos preparados para devolver bien por mal... incluso a nuestros enemigos.


Texto enviado por Fray Fernando Rodríguez, OFM

miércoles, 9 de mayo de 2012

¿COMO AYUDAR A LAS ALMAS DEL PURGATORIO?


“Cuando rezan el Rosario por alguien, cada cuenta es una gota
de sangre Mía y esas gotas caen sobre la persona por la que se
ofrece. Es por eso que las almas del purgatorio se salvan con sus
Rosarios, porque imploran Mi sangre salvadora.”
Revelación de Nuestro Señor Jesucristo a Catalina Rivas sobre el Rosario.

¿COMO AYUDAR A LAS ALMAS DEL PURGATORIO? de María Simma.

1-sobretodo con el sacrificio de la Misa, que nada puede reemplazar.

2-Con el sufrimiento expiatorio: todo sufrimiento físico o moral ofrecido por las almas.

3-El Rosario, luego del Santo Sacrificio de la Misa, es el medio más eficaz para ayudar a las almas del Purgatorio. Cada día numerosas almas son liberadas por medio del Rosario, de otro modo habrían sufrido muchos años más.

4-También el Vía Crucis puedes llevarles gran alivio.

5-Las indulguencias son de un valor inmenso dicen las almas. Son una apropiación de la satisfación ofrecida por Jesucristo a Dios, su Padre. Cualquiera durante la vida terrena, ganando muchas indulguencias para los difuntos, recibirá al final, muchas otras en la última hora, la gracia de ganar enteramente la INDULGUENCIA PLENARIA otorgada " in artículo mortis". Es una crueldad no aprovechar estos tesoros de la Iglesia por las almas de los difuntos.

6-La limosna y las buenas obras, sobre todo las donaciones a favor de las misiones, ayudan a las almas del Purgatorio.

7- Encender velas ayuda a las almas, primero porque ésta atención de amor, les da una ayuda moral,luego porque las velas están bendecidas y aclaran las tinieblas en las cuales se encuentran las almas.

8-El arrojar agua bendita mitiga las penas para las almas. Un día que María Simma tiró agua bendita para las almas escuchó una voz que le dijo "otra vez". Todos los medios no ayudan de igual manera a las almas. Si alguno durante su vida ha tenido poca estima por la Misa, no le aprovechará mucho cuando esté en el Purgatorio. Si alguno ha tenido falta de corazón durante su vida,recibe poca ayuda. Los que pecaron difamando a otros deberán expiar duramente su pecado. El que tuvo buen corazón cuando vivía, recibe mucha ayuda.

Vi el cielo como si fuera una película


Tomado de: http://www.facebook.com/pages/COMO-SALVAR-1000-ALMAS-DEL-PURGATORIO/178359984482
Mirjana: "Vi el cielo como si fuera una película. Lo primero que noté fue la cara de la gente de allí, sino que se irradia un tipo de luz interior que mostraba cómo eran inmensamente feliz.

Pregunta: "¿Es el Cielo un lugar real?
Mirjana: "Sí. Los árboles, los prados, el cielo es totalmente diferente a todo lo que sabemos sobre la tierra. Y la luz es mucho más brillante. El cielo es hermoso más allá de cualquier comparación posible con nada de lo que conocemos en la tierra.

Pregunta: "¿La gente que vio tenían cuerpos?
Mirjana: "Sí.

Pregunta: "¿De qué edades son?
Mirjana: "Ellos eran diferentes de lo que somos ahora. Tal vez estaban todos alrededor de 30 años de edad ... Ellos estaban caminando en un hermoso parque. Ellos lo tienen todo. Ellos no necesitan ni quieren nada más. Están completamente llenos ... Ellos estaban vestidos con los tipos de ropa que llevaba a Jesús. "
Mirjana le preguntó por qué la Virgen le mostró el Cielo. Mirjana le respondió:

"Ella me dijo que muchas personas en la Tierra hoy en día no creen que el cielo existe. Ella dijo que Dios nos ha escogido seis videntes a ser instrumentos de su amor y misericordia. Yo personalmente he visto el cielo. Existe! Yo lo he visto! Los que se quedan fieles a Dios hasta el final a ver el cielo como recompensa por su fidelidad. "

Marija dice:

Pregunta: "¿Fueron llevados al cielo o se le muestró una visión del Cielo?
Marija: "Tuve una visión del Cielo, pero Jakov y Vicka si fueron realmente allí.

Pregunta: "Cuando vio la visión, se encontraban en la sala de rectoría?O ¿dónde?
Marija: "Fue en la casa de Jakov ... Era como ver una película en la pantalla o mirando por la ventana. Tuve una visión. Yo no estaba realmente allí al igual que los otros visionarios ... Yo nunca he visto un paisaje igual, nadie puede siquiera empezar a imaginar cómo se ve ... la gente estaba alrededor de las flores. Todos ellos eran de la misma edad. Nadie en el cielo es más viejo que la edad de Cristo. La gente en el cielo estaban llenos de alegría y todos ellos están dando gracias por los dones que se les da de Dios. Cada día se dan cuenta de cuánto amor que Dios tiene para ellos ... Había una multitud de personas "

Jakov era el visionario otros, junto con Vicka, que fue llevado físicamente al cielo. Tenía sólo 11 años de edad en el momento. Los siguientes son de una serie de entrevistas:

Jakov era el visionario otros, junto con Vicka, que fue llevado físicamente al cielo. Tenía sólo 11 años de edad en el momento. Los siguientes son de una serie de entrevistas:

Pregunta: "¿Que puede decirnos acerca del Cielo ?

Jakov: "Al llegar allí, entonces usted verá cómo es.
Pregunta: "Usted ha dicho que la razón por la Madre de Dios lo llevó era porque había que mostrar lo que sería para aquellos que permanecen fieles a Dios - puede decirnos más?

Jakov: "Si pensara demasiado en ello - moriría de soledad" 9.
Pregunta: "Cuéntenos su comprensión de los Cielos.

Jakov: "Yo he estado allí. Es difícil para mí hablar de ello.
Pregunta: "¿Es difícil vivir en la tierra una vez que haya sido en el cielo?
Jakov: ¡Y se queda corto!.

Pregunta: "Jakov, usted dijo que si pensaba en el cielo demasiado, iba a morir de soledad. ¿Cómo manejan los recuerdos del cielo, el infierno y el purgatorio?
Jakov: "La Santísima Virgen nos pide que tenga cuidado con el problema de la tiranía de los recuerdos.

Pregunta: "¿Qué significa eso?
Jakov: "Ella nos invita a confiar en el amor de Dios para hacer todas las cosas bien. Ella nos invita a dejar el pasado a su cuidado maternal y recordar sólo a la luz del amor de Dios "

Iván, cuando se le preguntó acerca del cielo, dijo:
"El cielo vale cualquier precio! Jesús nos mostró que, con su muerte en la Cruz. Su muerte no fue el final. Él se levantó de entre los muertos, glorificado para poner fin a la muerte para siempre por los hijos de Dios. La gente en el Cielo está feliz. Viven en la plenitud de Dios "

El ocultismo - María Simma


Tomado de: http://www.facebook.com/pages/COMO-SALVAR-1000-ALMAS-DEL-PURGATORIO/178359984482
El ocultismo:
pregunta a María Simma- ¿que me puede decir sobre el ocultismo?
-La palabra "oculto" significa "escondido" o " en la oscuridad, y el término es otorgado a todas las practicas que, reconocidas como tales o no , están en comunión con Satanás. En la actualidad existen demasiadas como para enumerarlas minuciosamente y en cada parte del mundo existen diferentes prácticas que, por supuesto, poseen nombres distintos. Satanás es el experto disfrazado de artista.
Pero lo más poderoso y destructivo en la actualidad es el mal causado por el gran número de personas que maldicen a otros y envían hechizos y maleficios sobre ellos. La magia negra en todas sus formas está creciendo desenfrenadamente como nunca antes.

-¿Cuál es el efecto de las personas que son el fin de esa clase de agresiones espirituales?
-Cada una de esas agresiones puede al menors causar confusión y temor y también pueden llevar a las personas hacia la depresión, opresión, agonía, confusión, al divorcio, al odio, la posesión demoníaca o una lenta agonía si no están bien protegidas por una buena vida y por la protección de los ángeles y las almas del purgatorio.

-¿Y para las personas que practican el ocultismo ¿cuál será el efecto sobre ellas si no se detienen inmediatamente?
-Los efectos de estos contactos, ya sean conscientes, por ignorancia, activos o pasivos con quienes practican el ocultismo serán los mismos sobre ellos y también afectarán a las generaciones siguientes. Los efectos de estos pecados siempre seguiran su curso a menos que nosotros y la persona involucrada invoquemos activa y persitentemente a Jesús a María y al arcángel San Miguel para que intercedan y detengan la continuación de los ataques.

-¿Que deben hacer las personas que han participado en forma activa en semejantes prácticas y desean dejar de hacerlo ahora que he dicho esto ?.
-Deben dejar la practica y quemar todo los materiales que hayan juntado mientras participaban en estos ritos, confesarse y hacer oraciones de renuncia a Satanás, asistir a Misa y comulgar frecuentemente.

-¿De que forma nos pueden perjudicar brujos y magos?
-Las brujas y magos pueden causar divorcios, enfermedades, accidentes, quemar hogares sin dejar rastros, etc. Y todo pueden hacerlo a distancia. Sin embargo le corresponde a Dios permitir los resultados negativos provenientes de la magia negra. Los buenos cristianos no tienen que preocuparse de estas cosas si son humildes y se encuentran EN ESTADO DE GRACIA y EN ORACION, pues entonces la protección que reciben es mucho más fuerte que cualquier cosa que los demonios puedan hacer.

-¿Se le ocurre algo que fortalecería nuestra protección contra el demonio en estos días?
-Si durante las últimas décadas la oración de exorcismo ha practicamente desaparecido, si es que no ha sido suprimida totalmente del rito bautismal, eso tambien es un gran error y deja las puertas abiertas para que el mal afecte al niño con más facilidad .
La omisión de la oración del exorcismo ha provocado el relajamiento de muchos sacerdotes. Se debe conservar la oración en su totalidad para una protección total sobre la persona a la cual se aplica. También la oración a San Miguel debería reincorporarse . La omisión de la oración de San Miguel en la actualidad también debilita drásticamente la protección de las personas cuando se van de la parroquia.
Les ruego a los sacerdotes que retomen esta oración para obtener mayor protección para sus feligreses.

"San Miguel Arcángel defiendenos en la lucha, se nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio, que Dios humille su soberbia !... y tu princípe de la Milicia Celestial arroja al infierno a Satanás y demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén "

martes, 8 de mayo de 2012

El sufrimiento nos lleva a Dios. Ofrecimiento del dolor


Autor: P. Ángel Peña O. A. R.

Hay quienes, ante el sufrimiento de la vida, se rebelan contra Dios y le echan las culpas de todas sus desgracias. Le dicen: ¿Por qué me has hecho esto? Prefiero morir a vivir. Quiero suicidarme, así no vale la pena vivir. Algunos le exigen la salud, como si fuera un derecho adquirido, y dicen: Si no tuviera hijos que cuidar… Si estuviese solo, pero tengo una familia que alimentar y tengo muchos problemas que resolver y muchos planes que realizar. Pareciera que le dicen a Dios que ellos son seres indispensables en el mundo.

Algunos gritan, diciendo: ¿Por qué? Yo soy bueno. ¿Por qué me castigas? Oh Dios, mátame si quieres, pero que no dé pena a los demás, que no haga gastar dinero a mis familiares, que no sea un cacharro inútil para los demás… Y Dios no responde, y calla y perdona y aguanta con paciencia todos los insultos e incomprensiones.

Pero Dios no se divierte ni se lo pasa en grande viéndote sufrir, como si tu dolor y tu enfermedad fueran caprichos de su entretenimiento para los ratos libres. En cambio, se siente muy contento, cuanto ve que tú te realizas a través del dolor y maduras y llegas a ser mejor y más feliz. La peor desgracia que le puede pasar a un hombre no es estar enfermo, sino ser un inútil que no sirve para “nada” y que, al morir, se sienta vacío por dentro por haber desperdiciado su vida. Pero si ama y ofrece su dolor, aunque esté en una silla de ruedas, su vida estará plena de sentido y se realizará como persona y será feliz.

Decía Nicolás Wolterstorff: “Dios es amor y nos ama. Por eso, “sufre” al ver nuestro mundo pecaminoso lleno de sufrimiento. Amar es sufrir. De ahí que podemos decir que las lágrimas de Dios son el secreto de la historia humana”.

Hay una leyenda china que cuenta el caso de una pareja de ancianos, que deseaban ardientemente tener un hijo. Después de varios años de esterilidad, por fin tuvieron un hijo. El día después de su nacimiento, los visitó un ángel de Dios y les dijo que podían pedirle cualquier cosa, que Dios se la concedería. Después de mucho pensarlo, le pidieron para su hijo que nunca tuviera sufrimientos ni enfermedades en la vida. El ángel les dijo que Dios podía concedérselo, pero que lo pensaran bien, porque, en su opinión, no era lo más conveniente para él. Pero ellos insistieron tanto que, al fin, Dios se lo concedió.

Y dice la leyenda que, felizmente, estos ancianos esposos no vivieron el tiempo suficiente para ver crecer a su hijo, que llegó a ser el más grande tirano que existió en toda la comarca.

¿Por qué? Porque el sufrimiento nos lleva a Dios, que es amor. Nos hace más sensibles ante el sufrimiento de los demás y nos ayuda a madurar personalmente. El hombre que no ha sufrido, no tendrá la madurez suficiente para amar de verdad y será más duro e insensible ante el dolor de los demás. Por eso, dice un dicho antiguo: “quien no sabe de dolores, no sabe de amores”.

El sufrimiento es un tesoro de Dios, un instrumento de Dios para acercarnos más a Él, si sabemos aceptarlo con amor. De otro modo, puede ser un medio de desesperación para el que no tiene fe y sólo piensa en terminar con todo cuanto antes y suicidarse.

Dice Luis Gastón de Segur que, de mil personas que hay en el infierno, probablemente novecientas noventa estarían ahora en el cielo o, al menos, en el purgatorio, si hubiesen sido ciegas, paralíticas, sordomudas o afligidas por alguna enfermedad. Y de los mil que hay en el purgatorio, probablemente estarían novecientas noventa ya en el cielo, si hubiesen tenido alguna enfermedad, que los hubiera hecho más humildes y maduros en la fe y en el amor.

Alguien ha dicho que los buenos enfermos son como las estaciones de gasolina, a donde acuden los que quieren llenar su corazón vacío de amor. Hablar con buenos enfermos ayuda a los sanos a ver la vida en otra perspectiva, porque todos, tarde o temprano, pasaremos por la enfermedad. Los buenos enfermos son bienhechores de la humanidad y ayudan como misioneros en la gran tarea de la salvación del mundo.

En 1928 Margarita Godet quería ser apóstol misionera, pero estaba inmovilizada por la enfermedad y se ofreció como enferma misionera por los seminaristas de las Misiones extranjeras de París. Así comenzó la Unión de los enfermos misioneros, que se compromete a ofrecer diariamente su dolor por las misiones.

También existe la Fraternidad cristiana de enfermos, fundada por el sacerdote Henry François en Verdún (Francia), en 1942, para enfermos, ancianos o minusválidos para fomentar la unión y fraternidad entre ellos y enseñarles a aceptar su dolor y ofrecerlo por la salvación del mundo.
OFRECIMIENTO DEL DOLOR

El sufrimiento es parte integrante de la vida humana. No hay nadie que, tarde o temprano, no participe de él. Por eso, debemos aprender a llevar nuestra cruz de cada día, como nos dice Jesús, y saber ofrecerla para darle un valor sobrenatural. De ahí que sea importante aprender a tener espíritu de sacrificio y no buscar siempre el placer por el placer.

Nuestra Madre la Virgen, en muchas de sus apariciones, nos habla de ofrecer sacrificios voluntarios por la conversión de los pecadores. En Fátima le decía a Lucía: “Orad y haced sacrificios por los pecadores, porque van muchas almas al infierno, porque no hay quien se sacrifique ni ore por ellas” (13 de agosto de 1917).

Este espíritu de sacrificio por la conversión de los pecadores, lo aprendieron muy bien los tres pastorcitos. A veces, daban su comida a las ovejas o a niños pobres o comían bellotas amargas o no bebían agua en pleno calor y decían: “Oh Jesús, es por tu amor y por la conversión de los pecadores”.

Evidentemente, el sufrimiento por sí mismo no vale nada, si es que no se ofrece con amor y por amor. Pero, cuando se ofrece a Dios con amor, tiene un gran valor redentor en unión con los méritos de Jesús.
Por eso, debemos pensar en tantas personas que están alejadas de Dios y que están en peligro de condenación eterna por sus propios pecados. Pero, si nosotros ofrecemos por ellos nuestras oraciones y sacrificios, Dios les puede conceder gracias extraordinarias, que pueden conseguirles su conversión y salvación.

Si san Agustín no hubiera tenido una madre tan santa como santa Mónica, quizás nunca se hubiera convertido ni hubiera llegado a ser el gran santo que todos conocemos. Si tú fueras más generoso con Dios y ofrecieras todos tus sufrimientos y enfermedades por la salvación de tu familia, quizás Dios podía haber salvado hace muchos años algún antepasado tuyo o algún familiar actual que va por mal camino. La oración traspasa las fronteras del tiempo o del espacio. Ora por todos tus antepasados y familiares, presentes y futuros. Hay motivos más que suficientes para ofrecer todo lo que sufres. Y ¡cuántos podrán salvarse por tu generosidad! Pero ¡cuántos también podrán condenarse por su culpa, pero porque no han tenido familiares generosos, que los han encomendado al Señor! ¡Ofrece tu dolor a Dios y Él te bendecirá a ti y a tu familia!

No puedes imaginar todo lo que vale el sufrimiento, ofrecido con amor. Sólo en el cielo lo comprenderás. Allí encontrarás miles y miles de hijos espirituales, a quienes has salvado con tu dolor amoroso o con tu amor doloroso.

Cuando tengas mucho que sufrir, celebra tu propia misa y di como el sacerdote: “Esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros”. Sí, este cuerpo tuyo ofrécelo y entrégalo como ofrenda a Jesús para que, en unión con Él, puedas ofrecer tus sufrimientos al Padre por la salvación del mundo. Así tu vida será una misa permanente, en unión con Jesús.

Nos los dice Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los focolares:

“Si sufres mucho y tu sufrir te impide cualquier otra actividad, acuérdate de la misa. En la misa, Jesús, ahora como entonces, no trabaja ni predica, Jesús se sacrifica por amor. En la vida se pueden hacer muchas cosas, decir muchas palabras, pero la voz del dolor, aunque sea sorda y desconocida a los otros, es la palabra más fuerte, aquélla que penetra el cielo. Si sufres, mete tu corazón en el Corazón de Jesús. Di tu misa. Ofrécete con Jesús por la salvación del mundo. Y, si el mundo no te comprende, no te turbes, basta que lo comprendan Jesús y María, los ángeles y los santos. Vive con ellos y deja correr tu sangre en beneficio de la humanidad. La misa es un misterio demasiado grande para poder comprenderla. Su misa y tu misa, Jesús y tú, su amor y tu amor, podéis salvar al mundo”.

Por eso, decía Susana Fouché: “Yo he tomado mis dolores en mis manos como un instrumento de trabajo para la salvación del mundo”. ¿Estás tú también dispuesto a ofrecer tu vida por la salvación de tus hermanos? Jesús está esperando tu respuesta y cuenta contigo. No lo defraudes. Jesús podría decirte:

“Yo soy tu Dios y pienso en ti. Dispongo todas las cosas para tu bien, aunque no lo comprendas. Acepta con serenidad y paz todo lo que disponga para ti y ofréceme con amor tus sufrimientos. Sólo así podremos estar unidos y tener un solo corazón. Si experimentas cansancio, échate en mis brazos. Si estás triste, ven a Mí y duérmete tranquilo entre mis brazos.
http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=474&capitulo=5887

lunes, 7 de mayo de 2012

Pureza de corazón


Vivimos inmersos en un mundo que busca resultados fáciles e inmediatos en todo aquello que emprende. Que no quiere perderse en demasiados romanticismos, porque los objetivos que se marca los quiere conseguir rápidamente.

Quiere ser dueño de su libertad, aunque no pocas veces de forma paradójica, somete esta libertad a dependencias o esclavitudes que, por más sutiles que se le presenten, no dejan de tener un resultado mordaz y hasta cruel en la mayoría de los casos.

Todo ello representa una realidad que se empeña en esconder los valores más nobles que lleva el corazón humano y de los que la Virgen María dejó buen testimonio a lo largo de su vida terrenal.

Detenernos ahora en exponer todas las virtudes que vivió María, sería una larga tarea que no admite la extensión de esta reflexión, pero sí podemos detenernos en alguna más significativa que emana de su Concepción Inmaculada y que para nosotros puede resultar significativa y de un gran valor.

La rectitud de intención y la pureza de su corazón, emergen en María inmediatamente que el Arcángel San Gabriel comienza a hablarle en la Anunciación.

El Arcángel empieza saludándola en Nombre de Dios y Ella lejos de sentirse halagada y perdida en su propia complacencia, dice el evangelio que “se conturbó por estas palabras y se preguntaba que significaría aquel saludo”.

No entra en cavilaciones sobre un hecho realmente extraordinario que a cualquiera le envolvería poniéndole en una situación especial, precisamente por el ambiente extraordinario que se había creado por la presencia, nada menos, que de un Arcángel, de un enviado de Dios.

En su silencio meditativo espera más explicaciones y el Arcángel le detalla la pretensión de Dios sobre Ella, manifestándose inmediatamente su rectitud de intención y pureza de corazón que apuntábamos más arriba, pues lejos de aceptar a ciegas y asegurar para sí tan altísimo privilegio, expone los argumentos que le parecen hacen imposible lo que le ha dicho el Arcángel.

“¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?”, le dice María a Gabriel. Y solo cuando él le explica cómo va actuar el Altísimo, Ella acepta con toda sencillez, transparencia y rotundidad: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”.

Sin duda que este episodio, decisivo en la historia de la humanidad, es la consecuencia del privilegio divino por el que María ha sido concebida sin pecado original, pero que en ningún momento menoscabó su libertad como criatura humana y, por tanto, con la capacidad suficiente para aceptar o rechazar al igual que cualquier criatura humana.

Estas dos virtudes de María, la rectitud de intención y la pureza de corazón, son tan significativas en el entorno que vivimos, como importantes y necesarias.

En las relaciones humanas y a todos los niveles posibles, se observa que el hombre cae fácilmente en la tentación de acomodarse a lo que sea, con tal de ir logrando todo aquello que se tiene marcado como objetivo o que se le va presentando para un mayor interés personal. En una palabra, no presenta todas las cartas, no las pone, como se dice habitualmente, “boca arriba”.

Ello supone abandonar la rectitud de intención que debería acompañar siempre a la persona en cualquier acto o relación humana, aunque a veces pudiera verse perjudicado por haber actuado con transparencia y honradez.

De igual forma podemos decir de la pureza de corazón, aunque en esta virtud de María el hombre encuentra una inagotable fuente de luz para una vida como la actual en la que precisamente la pureza está tan atacada, tan abandonada, tan mal vista y tan vilipendiada.

Curiosamente en las Bienaventurazas el Señor Jesucristo marcó muy alto esta cuestión de la pureza cuando dijo: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.

Es imposible alcanzar la pureza en cualquiera de sus manifestaciones en la vida humana sin cuidar y cultivar la pureza de corazón, con todas las exigencias que ello conlleva.

Es verdad que los atractivos que tantas cosas de este mundo presentan en el orden de las comodidades y de los placeres, no hacen fácil vivir la pureza a imitación de María, pero si se quieren alcanzar los frutos del Espíritu Santo, se ha de trabajar por lograr que la propia vida tenga en activo la gran virtud de la PUREZA.

Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. Por tanto, son la garantía de una vida a imitación de María, nuestra Madre y nuestra Guía.
http://www.materchristi.es/REFLEXIONES/Reflexion15.htm

Ante la injusticia


Quienes trabajan con niños lo saben: perdonan todo, menos una injusticia.

También a los mayores nos cuesta mucho perdonar una injusticia. Quizá incluso nos cuesta más cuando la vemos en otros que cuando nos toca ser nosotros mismos víctimas.

Por eso la injusticia puede dejar heridas profundas. Heridas profundas, difíciles de curar. Heridas que pueden llevar a la desesperación, o al deseo de venganza, o a un odio profundo que es difícilmente superable.

por el bien de la paz, parece que lo mejor es el silencio: esperar a que pase la tormenta; aceptar el golpe como parte de un designio de Dios que ahora nos parece incomprensible; buscar maneras para responder al mal con el perdón, con el cariño, con caminos para aliviar a tantas víctimas inocentes y a corazones obstinados en seguir el camino del mal.

El cristiano sabe que toda la injusticia humana, todo el mal de nuestro mundo, ya ha sido vencido. En la Cruz de Cristo, en el momento del máximo pecado, de la traición y cobardía de los hombres, las palabras del perdón llegan lejos, llegan dentro, llegan fuerte: “Padre, ¡perdónales!”.

Con la mirada en el Crucificado será posible, poco a poco, sanar la herida. Con el perdón, que es bálsamo que penetra hasta lo más dentro de uno mismo y de quien es perdonado. Con la paciencia, pues “la caridad es paciente” (1Co 13,4). Con la prudencia, pues a veces el hombre injusto es más víctima que verdugo, es esclavo de condicionamientos psicológicos o espirituales que sólo Dios conoce plenamente. Con la esperanza, porque al final Dios dirá la última palabra de la historia, levantará al pobre de su miseria y le dará un lugar entre los justos, mientras que el malvado sufrirá por su misma injusticia... “Lo que teme el malo, eso le sucede, lo que el justo desea, se le da. Cuando pasa la tormenta, ya no existe el malo, mas el justo es construcción eterna” (Pr 10,24-25).

Ante la injusticia, la grande y la pequeña (esa que se nos clava cada día y que tal vez nos carcome internamente), la Cruz nos invita al camino de la paciencia y, sobre todo, del perdón. También es misericordia sobrellevar los defectos de quienes viven a nuestro lado. Como también, no lo olvidemos, tantos sufren por culpas nuestras: no siempre somos víctimas, pues muchas veces asumimos el papel de aprendices de verdugos. En ocasiones, en nombre de la justicia, para reparar daños que consideramos “imperdonables”, hacemos tanto daño...

Dios nos pide que dejemos las rencillas, que amemos. Es la mejor manera de vencer las injusticias, aunque nos cueste, aunque nos hiera, aunque recibamos críticas y sonrisas maliciosas.

“Cuando alguno de vosotros tiene un pleito con otro, ¿se atreve a llevar la causa ante los injustos, y no ante los santos? ¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no sois acaso dignos de juzgar esas naderías? ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? Y ¡cómo no las cosas de esta vida! Y cuando tenéis pleitos de este género ¡tomáis como jueces a los que la Iglesia tiene en nada! Para vuestra vergüenza lo digo. ¿No hay entre vosotros algún sabio que pueda juzgar entre los hermanos? Sino que vais a pleitear hermano contra hermano, ¡y eso, ante infieles! De todos modos, ya es un fallo en vosotros que haya pleitos entre vosotros. ¿Por qué no preferís soportar la injusticia? ¿Por qué no dejaros más bien despojar? ¡Al contrario! ¡Sois vosotros los que obráis la injusticia y despojáis a los demás! ¡Y esto, a hermanos!” (1Co 6,1-8).

Sufrir con paciencia, soportar la injusticia, callar, perdonar, amar. Con la ayuda de Dios será posible. Porque entonces, será el mismo Cristo el que perdone y ame, triunfe y reine en nuestros corazones. Y también en los corazones de tantos hermanos que sufren, por ser culpables o por ser víctimas, y que necesitan una mano amiga que les ayude a mirar al cielo para encontrar misericordia y para abrir senderos de esperanza y de perdón.

http://churchforum.org/ante-injusticia.htm