lunes, 1 de octubre de 2012

Espiritualidad Religiosa

Santa Teresa del Niño Jesús o Santa Teresa de Lisieux (1873-1897), monja carmelita francesa, también conocida por el sobrenombre de “La florecilla de Jesús”. Doctora de la Iglesia y patrona universal de las misiones católicas (junto con san Francisco Javier), es una de las santas más veneradas en la Iglesia católica. Teresa Martin nació en Alençon y desde su infancia destacó por ser muy piadosa. A los 15 años ingresó en el convento carmelita de Lisieux, donde en 1893 fue nombrada profesora de novicias y en el que viviría hasta su muerte. Ejemplificó lo que ella llamaba el “caminito”, una devoción a Dios tan profunda como infantil y buscó la santidad en actos y tareas humildes. Debido a su extraordinaria bondad sus superioras le pidieron que escribiera un relato de su vida. Historia de un alma (1898) se convirtió en una de las autobiografías espirituales más leídas de todos los tiempos. Pronto se le atribuyeron numerosos milagros que dieron sentido a su misteriosa promesa: “después de mi muerte dejaré caer una lluvia de rosas”. Canonizada por el papa Pío XI en 1925, dos años más tarde fue declarada santa patrona de las misiones católicas. En octubre de 1997, cuando se cumplía el primer centenario de su fallecimiento, fue proclamada Doctora de la Iglesia por Juan Pablo II. Comparte con Juana de Arco el santo patronazgo de Francia. Su festividad se celebra el 1 de octubre.
Dios mío, lejos de desalentarme a la vista de mis miserias vengo a ti confiada, acordándome de que ”
no tienen necesidad de médico los sanos sino los enfermos”. 
Te pido que me cures, que me perdones y yo, Señor, recordaré que “el alma a la que más has perdonado debe amarte también más que las otras” Te ofrezco todos los latidos de mi corazón como otros tantos actos de amor y reparación, y los unos a tus méritos infinitos. Ya no quiero tener más voluntad que la tuya Y mañana con la ayuda de tu gracias, volveré a comenzar una vida nueva, cada uno de cuyos instantes, será un nuevo acto de amor.

http://veritasprima.wordpress.com/2012/09/29/espiritualidad-religosa/

1 comentario:

Marian dijo...

Gracias María; le tengo mucho amor a esta Santa, por su sencillez, humildad,etc. Me siento muy identificada con su espiritualidad.
Un abrazo. Dios y la Virgen te bendigan.