lunes, 1 de marzo de 2010

Ante Una Decepción Fuerte


Cuando sufres una fuerte decepción piensas que no podrás sobrellevarla;
no comes, no duermes, sientes que se destrozan tus nervios y crees que tu mundo se derrumbó.


De pronto, se te ocurre acudir a soluciones artificiales que, en vez de arreglar las cosas, empeoran tu estado nervioso.

Si quieres mejorar, lo primero que debes hacer es negarte a pensar en tu desgracia y comenzar a elaborar una lista de tus necesidades naturales y sobrenaturales, para empezar a entenderlas.

No te quedes mirando las ruinas.
Limpia tu campo para que comiences una nueva construcción, más firme y más hermosa.

Virtud es fortaleza
Ser bueno es: es ser firme en la justicia.

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