El Padre Pío, a lo largo de su vida escribió miles de cartas a sus dirigidos espirituales que son una fuente de sabiduría cristiana práctica
Cada cierto tiempo Dios envía a nuestro mundo algunos hombres extraordinarios que hacen de puente entre la tierra y el cielo, y ayudan a que miles de hombres puedan gozar del Paraíso eterno. El siglo XX nos dejó uno especialmente singular: el Padre Pío de Pietrelcina, un religioso capuchino nacido en ese pequeño pueblo del sur de Italia y muerto en 1968 en San Giovanni Rotondo. San Juan Pablo II lo elevó a los altares en 2002 en una canonización que batió todos los récords de asistencia. Hoy se puede decir que es el santo más venerado en Italia.
El Padre Pío recibió unos dones especiales por parte de Dios como el discernimiento de las almas y su capacidad para leer las conciencias; curaciones milagrosas; la bilocación; el don de lágrimas; el perfume a rosas que desprendía y, sobre todo, los estigmas en pies, manos y costado que padeció durante 50 años.
A lo largo de su vida escribió miles de cartas a sus dirigidos espirituales que son una fuente de sabiduría cristiana práctica y de gran actualidad.
Pensamientos para afrontar el sufrimiento
A continuación una selección de pensamientos del Padre Pío ante el sufrimiento, extraídos, precisamente, de esas cartas. No tienen desperdicio. Dan esperanza y elevan el alma:
"Si puedes hablar al Señor en la oración, háblale, ofrécele tu alabanza; si por mucho cansancio no puedes hablar, no te disgustes en los caminos del Señor. Detenté en la habitación como los servidores en la corte y hazle reverencia. El te verá, le gustará tu presencia, favorecerá tu silencio y en otro momento encontrarás consuelo cuando él te tome de la mano”.
"Cuanta más amargura tengas, más amor recibirás”.
"Jesús quiere llenar todo tu Corazón”.
"Dios quiere que vuestra incapacidad sea la sede de su omnipotencia”.
"La fe es la antorcha que guía los pasos de los espíritus desolados".
"En el tumulto de las pasiones y de las vicisitudes adversas nos sostenga la grata esperanza de la inagotable misericordia de Dios”.
"Ponga toda la confianza sólo en Dios”.
"El mejor consuelo es el que viene de la oración”.
"No temas por nada. Al contrario, considérate muy afortunado por haber sido hecho digno y participe de los dolores del Hombre-Dios”.
"Dios os deja en esas tinieblas para su gloria; aquí está la gran oportunidad de vuestro progreso espiritual”.
"Las tinieblas que a veces oscurecen el cielo de vuestras almas son luz: por ellas, cuando llegan, os creéis en la oscuridad y tenéis la impresión de encontraros en medio de un zarzal ardiendo. En efecto, cuando las zarzas arden, todo alrededor es una nubarrada y el espíritu desorientado teme no ver ni comprender ya nada. Pero entonces Dios habla y se hace presente al alma, que vislumbra, entiende, ama y tiembla”.
"Jesús mío, es el amor que me sostiene”.
"La felicidad sólo se encuentra en el cielo”.
"Cuando os veáis despreciados, haced como el Martín Pescador que construye su nido en los mástiles de las naves es decir, levantaos de la tierra, elevaos con el pensamiento y con el corazón hacia Dios, que es el único que os puede consolar y daros fuerza para sobrellevar santamente la prueba”.
"Ten por cierto que cuanto más crecen los asaltos del demonio tanto más cerca del alma está Dios".
"Bendice el Señor por el sufrimiento y acepta beber el cáliz de Getsemani”.
"Sé capaz de soportar las amarguras durante toda tu vida para poder participar de los sufrimientos de Cristo”.
"El sufrimiento soportado cristianamente es la condición que Dios, autor de todas las gracias y de todos los dones que conducen a la salvación, ha establecido para concedernos la gloria”.
"Recuerda que no se vence en la batalla si no es por la oración; a ti te corresponde la elección”.
"La oración es la mejor arma que tenemos; es una llave que abre el corazón de Dios”.
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Fuente: Religión en Libertad
http://www.pildorasdefe.net/post/reflexiones/IHS.php?id2=20-consejos-del-Padre-Pio-para-los-que-estan-sufriendo-y-sienten-que-pierden-las-esperanzas
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