sábado, 29 de octubre de 2011

Jesús derrotó a la muerte

Richy Esparza
“¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?” 1 Corintios 15:55 (Nueva Versión Internacional).

Jesús enfrentó a la muerte, pecado, iniquidad, maldad, y al enemigo en la Cruz. Y a todos ellos los venció. No obstante el mundo principalmente magnifica las obras de las tinieblas, dándole poder a algo que no lo tiene. Pues solo Dios gobierna y Él es Soberano. Por falta de entendimiento e ignorancia mucha gente se desvía y le rinde culto a la muerte. Pero en el momento que ellos se arrepientan e invocan el nombre de Jesús son salvos. Porque las tinieblas huyen y sus obras son hechas pedazos ante el nombre de Jesús.Incluso los creyentes olvidan que Jesús derrotó a la muerte. Atribuyéndole poder que no tiene a la muerte. Alguien que ha sido lavado por la sangre de Cristo tiene todo el poder que necesita para ser libre de cualquier pecado. Las cadenas generacionales no le pueden tocar, ni las tinieblas, ni el enemigo.

Cuando se habla de pecado, algunos creyentes dicen que al igual que a Pablo Dios le ha dejado un aguijón de muerte. En realidad no se sabe exactamente a qué se refería Pablo con su aguijón, pero en definitiva no es la voluntad de Dios que alguien que ha sido lavado por la sangre de Cristo tenga contacto con la muerte, siendo que Cristo la derrotó. Si en ti hay algo que te recuerde a la muerte o te haga pensar que las tinieblas tienen dominio sobre ti, recuerda que Jesús ya hizo todo (Apocalipsis 21:6). Él derrotó a la muerte. Y para ella eres intocable. La presencia de Dios en ti puede echar fuera cualquier “aguijón” que tengas. Solo cree que Jesús pagó el precio de tu paz y que derrotó a la muerte.
http://juventudencristo.com/?p=1231
La sangre de Cristo te ha hecho verdaderamente libre. Jesús derrotó a la muerte en la Cruz, y ella no te puede tocar. No le temas a las obras de las tinieblas, ni al enemigo, también están ya derrotados y tiemblan ante la sangre de Cristo que te ha lavado. Canta de victoria, Cristo derrotó a la muerte.

¿Cuál muerte?

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