El poder de la credibilidad es avasallador fortalece y engrandece a la persona o a la institución que su norte ha sido siempre predicar la verdad, pero esa realidad, poder y fuerza de la credibilidad es más exigente y rigurosa cuando se trata de un lider que maneja masas en cualquier ambito social; la credibilidad es la vida profesional de este, es la esencia vital de la cual se apodera el público para dar fe y creer en lo que dice. Cuando el lider pierde la credibilidad podríamos decir que ha perdido la vida y la razón de ser como profesional, porque la credibilidad podemos verla como sinónimo de la verdad, es decir, si no es creíble ni confiable ante su publico quiere esto decir que es entonces un simulador y distorsiona la verdad y se convierte así en un mentiroso. Perder la credibilidad hablando es convertirse en un mendaz, farsante, engañador, cínico y definitivamente en un embustero, de manera que es extremadamente necesario despojarse del ego personal y obviar los intereses personales para poder lograr y para vivir de acuerdo a la gloria que ofrece la credibilidad. La credibilidad lleva a ocupar los mejores lugares ante el público, lo hace ser preferido por ese mismo público y naturalmente con la credibilidad se gana el respeto la consideración y la buena fama de todos, por lo tanto si como profesional quiere que le tengan confianza entonces sea realmente confiable, creíble y fidedigno usando siempre la herramienta que se llama credibilidad. Definitivamente que la credibilidad le ofrece la oportunidad de poder aspirar a cualquier posición dentro de la sociedad en sentido general o en pequeños grupos formados con un propósito y fin determinado, si usted tiene credibilidad de seguro que su camino será llano y liviano y su triunfo está asegurado; pero si es todo lo contrario de seguro que no podrá ni siquiera aspirar el mismo aire que necesitan sus pulmones para oxigenar su propio organismo. Pero si la credibilidad no le importa ni le interesa, entonces gánese el repudio, rechazo y el aborrecimiento de la gente que lo verá siempre como un profesional mentiroso, no importando las posiciones que antes haya ocupado o el lugar en donde se encuentre en su vida como profesional. Es triste ver como en muchas ocasiones se dejan obnubilar por su propia fama y lo peor es que se dejan confundir por sus propios intereses y esta obnubilación los lleva a olvidarse de la credibilidad convirtiéndose entonces en profesionales testarudos y que únicamente ven con los ojos de sus intereses sin importarle el público o las instituciones según el caso que sea. En conclusión para ganar cualquier espacio en la vida personal y especialmente en la vida profesional siempre se hace necesario apoderarse de la credibilidad como estandarte, de manera que con el gallardete llamado credibilidad siempre se logrará el éxito en cualquier tarea que nos propongamos y especialmente reiteramos en el plano profesional. No debemos olvidar que la credibilidad eleva, ennoblece y enaltece mientras que la mentira empequeñece y destruye; la credibilidad bendice, mientras que la mentira maldice, la credibilidad siempre brilla y en cambio la mentira siempre oscurece, la credibilidad es buena y sana mientras que la mentira enferma, daña y mata; con la credibilidad constantemente se gana mientras que con la mentira siempre se pierde.
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