miércoles, 28 de enero de 2009

Consejos para ser una persona con alta credibilidad

Si prometes algo, es necesario que cumplas:
Hay quienes andan prometiendo cosas que no cumplen. Parecieran políticos corruptos en campaña electoral. Lo que olvidan es que tarde o temprano sus engaños quedarán al descubierto. Quizá tus amigos, compañeros de trabajo e incluso tu familia, ya no creen en lo que tú les dices. Has perdido credibilidad y esta situación te trae conflictos en las relaciones con los demás.
Hay padres que dicen:
- "No sé qué hacer, ni siquiera mis hijos creen lo que les prometo. Reconozco que tienen la razón, jamás les cumplo...."

Lo aconsejable frente a éste y otros hechos, es no prometer lo que sabemos que no cumpliremos voluntaria e involuntariamente. Si te comprometiste con algo, cumple tu promesa. Es un duro precio, pero es claro que hay que cumplir lo que prometemos a nuestros semejantes.

Piensa bien en lo que dirás:
Hablar sin pensar, trae problemas. Hay cosas que decimos, que a vuelta de pocos minutos, horas o quizá días, nos traen problemas. Por esta razón, es fundamental que guardemos prudencia en todo lo que hablamos. Posiblemente te ha ocurrido que por deshacerte de un vendedor, terminas diciéndole: "Venga tal o cual día y le oiré su plan de ventas". Lo has hecho para salir del paso. Pero llegada la fecha, el vendedor está ahí, no puedes escapar. Es imposible, ¿qué hacer?. Examinar con detenimiento qué vas a decir o qué vas a prometer. De esta manera te ahorrarás malos momentos.

Deja de mentir:
Uno de los pasos ineludibles para recobrar la credibilidad, es sin lugar a dudas, dejar de mentir. Hay quienes mienten sin necesidad, y terminan por creer sus propias mentiras. Engañar se convirtió en su pan de cada día y no saben qué hacer cuando deben decir algo verídico porque íntimamente saben que mentirán.

Sé franco, evita problemas:
Mentir, dilatar las cosas o engañar a otros para quedar bien, lo que hace es agravar el problema. Es preciso ser francos. Si en verdad puedes ayudar a alguien y está en tus manos hacerlo, entonces puedes comprometerte. Si no es posible, es preferible que le digas francamente: "No puedo colaborarte".

Nuestra sociedad cambiará si cambiamos quienes vivimos en ella. En un mundo donde la mentira está al orden del día, nosotros estamos llamados a recobrar el valor de la palabra dicha.

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