viernes, 30 de enero de 2009

La Verdadera Humildad

Este es un relato del escritor Paulo Coehlo...
Una cosa debe quedar bien clara para todos nosotros: no podemos confundir humildad con falsa modestia o con servilismo. Como dice Castañeda, un guerrero no dobla su cabeza ante nadie, pero tampoco permite que nadie se humille ante él.
POR QUE SE DEJO AL HOMBRE PARA EL SEXTO DÍA. Un grupo de sabios se reunió en un castillo en Akbar, para discutir la obra de Dios. Querían saber por qué había dejado la creación del hombre para el sexto día. -El pensaba organizar bien el Universo, de modo que pudiésemos tener todas las maravillas a nuestra disposición -dijo uno. -El quiso hacer primero algunas pruebas con animales para no cometer los mismos errores con nosotros -argumentó otro. Un sabio judío se incorporó a la reunión y le informaron el tema de la discusión para luego preguntarle: "En su opinión, ¿por qué Dios creó al hombre el último día?" -Muy sencillo -comentó el sabio. - Para que cuando fuésemos tocados por el orgullo, pudiésemos reflexionar: hasta un simple mosquito tuvo prioridad en el trabajo divino.
LA PIEDRA QUE FALTA. Uno de los grandes monumentos de la ciudad de Kyoto es un jardín zen: una superficie de arena que contiene 15 rocas. El jardín original tenía 16 rocas. Cuenta la leyenda que, tan pronto como el jardinero terminó su obra, llamó al emperador para contemplarla. -¡Magnífico! -dijo el emperador. -Es el más hermoso del Japón. Y ésta es la más bella roca del jardín. Inmediatamente el jardinero sacó del jardín la piedra que el emperador tanto había apreciado y la tiró. -Ahora el jardín está perfecto -dijo al emperador. -No existe nada que sobresalga y así puede ser visto en toda su armonía. "Un jardín, como la vida, tiene que ser visto en su totalidad. Si nos detenemos en la belleza de un detalle, todo el resto parecerá feo."
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. Filipenses 2:3

En realidad, es una de las cosas más difíciles de hacer. El orgullo y el egoísmo constituyen la raíz del pecado y la falta más común. Todos los humanos los compartimos. Es decir, no todos somos ladrones, no todos mentimos, pero todos tenemos un problema con el orgullo, la vanagloria o el egoísmo. Por ejemplo, ¿en qué consiste la vanagloria, ese viejo vicio de la humanidad? Es orgullo vacío, estima propia infundada, engreimiento. En otras palabras, "gloria vana". Nosotros, como seres humanos, no tenemos nada de qué gloriarnos. Cualquier rastro de orgullo que manche nuestras acciones siempre será "gloria vana". Por eso, haríamos bien en seguir este consejo: «No debemos trazar planes ni ir en pos de meta alguna, si somos impulsados por motivos o un deseo de superar a otros. Si estos motivos están presentes, nada puede agradar a Dios, aunque su fin sea bueno en sí mismo».
Por desgracia, este es un mal que pinta de colores todo lo que hacemos. No hay cosa más atrayente para el corazón humano que triunfar, tener éxito, sobresalir. El problema es que mucho de eso está matizado con las comparaciones y con el espíritu de supremacía.

¿Existe alguien que, por naturaleza, considere a todos los demás como superiores a sí mismo? Difícilmente, porque por naturaleza todos buscamos la supremacía. Si es que existe alguien que siente y piensa así, es porque la gracia de Dios ya hizo su obra completa y ya ha cultivado la gracia divina de la humildad, que es lo contrario del orgullo.

Creo que es la característica divina más destacada después del amor y la justicia. «El universo entero se maravilló al ver que Cristo debía humillarse a sí mismo para salvar al hombre caído
Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. (Mt18, 4).
¿Porque ser como un niño y hacerse pequeño? El niño es un ser débil y humilde, que no posee nada, no tiene ambición, no conoce la envidia, no busca puesto privilegiados, no tiene nada que decir en la codicia de los adultos, el niño tiene conocimiento de su pequeñez y su debilidad. Es así como nos hace saber Jesús, que el más humilde será el más grande ante el Padre.
“Bendito las almas de niños”, porque sus corazones están libres de ambición.
El niño al igual que el pobre recibe con alegría lo que se le entrega cuando su necesidad depende de los demás. Ese es el sentido de ese “hacerse como los niños”, hacerse humilde y sencillo de corazón, empequeñecido en la sociedad respecto a los puestos de jerarquía, esa es condición de Jesús para seguirlo, “El que no renuncie a si mismo, no puede ser mi discípulo”
Canta el salmo 51, 19 “mi sacrificio es un espíritu arrepentido, tú no desprecias el corazón contrito y humillado.

“Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque: Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo” 1 Pedro 5:5-6Para el mundo, humillarse es una locura, un pecado, una tontería, tal como Pablo lo deja ver en la pregunta que les hizo a los creyentes de Corinto: ¿Es que cometí pecado al humillarme yo? 2 Corintios 11:7. Por el contrario, exaltarse es un deporte popular: Todos, o casi todos, buscan formas de exaltarse a sí mismo, de hacerse notorios, reconocidos, etc. razón tenía el Señor Jesús cuando dijo que buscar el primer lugar encierra el terrible riesgo de ser avergonzado.
En este mundo donde todo se falsifica, también hemos falsificado la humildad. Aquí y ahora hay personas que exhiben algo que llaman humildad, pero sólo es una imitación de la verdadera humildad.La verdad es que la humildad falsa se ha propagado rápidamente, ahora se la encuentra en todo lugar, hasta en las iglesias. La falsa humildad –por ser tan común– se resiste a desaparecer, se pone terca y trata de pasar como la única. Hagamos un contraste para distinguir una de otra.La humildad falsa se parece mucho a la auténtica en lo exterior, pero la diferencia está en las motivaciones internas. La falsa humildad en realidad se “ufana”, “alardea”, “se envanece” y “no se sujeta”.1. La falsa humildad satisface el yo, lo hace sentir bien. La humildad auténtica más que satisfacer, duele.2. La falsa humildad hace que el poseedor se engría; la auténtica humildad hace que su poseedor no piense en sus virtudes porque está concentrado en sus defectos.3. La falsa humildad disfruta de mostrarse públicamente; la humildad auténtica no encuentra nada para presumir y mucho para cambiar.4. La falsa humildad en realidad es soberbia santa, la auténtica realmente es orgullo muerto.5. La falsa humildad parece piadosa pero se resiste a sujetarse y por eso siempre camina del brazo de la crítica; la humildad auténtica ayuda a someterse rápidamente y a comprender a los demás.6. La falsa humildad termina en critica a los demás; la humildad auténtica siempre termina en perdón.

El camino hacia la verdadera humildad
Concéntrate en ser humilde, no atrevido.“Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy” 2 Corintios 12:112. Acostúmbrate a tratar a los demás con dignidad.“Es un regalo para usted, mi señor Esaú, que de sus ganados le manda su siervo Jacob. Además, el mismo viene detrás de nosotros” Génesis 32:183. La humildad se cultiva en el trato afectuoso a los demás.“Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes” 1 Pedro 5:54. Eres humilde cuando inclinas la cabeza.“… Afligido, inclinaba la cabeza, como si llorara por mi madre” Salmo 35:14 NVI5. La humildad sólo es el primer paso para la grandeza, después vienen la oración, búsqueda, cambio y victoria.
La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio por todos, sin desviarse en juicios que no le pertenecen.
La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección (auto humillación) en la que se dejaría de reconocer los dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.
"La humildad es la verdad" -El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que un hombre es más humilde crece una visión mas correcta de la realidad. "El grado mas perfecto de humildad es complacerse en los menosprecios y humillaciones. Vale mas delante de Dios un menosprecio sufrido pacientemente por su amor, que mil ayunos y mil disciplinas." –Humildad.
Todo lo que queráis que hagan los hombres con vosotros, hacedlo también vosotros con ellos -Cf Mt 7, 12. La experiencia de lo que me agrada o me molesta, de lo que me ayuda o me hace daño, es una buena norma de aquello que debo hacer o evitar en el trato con los demás.
La humildad es un elemento base para la relación y la intercomunicación, porque va ligada al conocimiento de sí. Significa saber y aceptar la verdad sobre nosotros mismos, con toda honestidad, liberándonos de la vanidad y del desengaño. La sencillez tiene que ver con la manera de llevar a la vida esa verdad sobre uno mismo, manifestándonos con una transparencia personal que permite a los demás conocernos y relacionarse con nosotros tal como somos. La modestia puede entenderse como resultante de la humildad y sencillez, particularmente visible en el respeto con que tratamos a los otros, en la delicadeza que mostramos para con ellos, y en lo que decimos y hacemos. Estas virtudes características "revisten de autenticidad y bondad nuestro trato con los hermanos y demás personas".

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